VEINTE AÑOS DE INDEXACIÓN REAL AL IBEX35
VEINTE AÑOS DE INDEXACIÓN REAL AL IBEX35
Uno de los fondos índice más veteranos de la industria española es el ING Direct Fondo Naranja Ibex 35 FI. Al igual que el ING Direct Fondo Naranja Standard & Poor´S 500 FI que vimos en el anterior post, también lo comercializa ING Direct aunque lo gestiona Amundi Iberia. A diferencia del referenciado al S&P 500, que comenzó su trayecto como tal a mediados del 2005, el FN Ibex35 inicia su viaje indexado en el segundo semestre de 2002. Es decir, que contamos con una performance real en términos de experiencia indexada práctica en España de 20 años completos: el período 2003-2022. Lo que comúnmente llamaríamos largo plazo.
El objetivo del FN Ibex35 no es otro que replicar al benchmark principal del mercado bursátil español, que es el IBEX35 en su versión con dividendos. Esta tarea la desempeña de la siguiente forma, tal como podemos observar en el cuadro de abajo, donde se compara la rentabilidad total del índice español con la de su replicante naranja mostrando las diferencias entre ambos en puntos porcentuales:
Es decir, la desempeña mal, dado que la réplica naranja no es perfecta ni mucho menos. De media, el Fondo Naranja lo hace 1.29 puntos porcentuales peor que el índice. La razón principal de esta abultada diferencia radica en los altos costes del fondo, similares a los del Fondo Naranja S&P500, que ascienden a un 1.10% en términos de gastos generales. Es una obviedad señalar que el Fondo Naranja Ibex35 es un fondo índice caro. Es absurdo negarlo por mucho que sea “cómodo” y “accesible” para el inversor, especialmente si es cliente de la entidad naranja.
La diferencia en rentabilidad se deja notar evidentemente al cabo de tantos años como representan dos décadas. Así, para una cantidad de 10.000€ invertida a principios de 2003, el Ibex35 arroja una rentabilidad compuesta anual del 5.96%, transformando los hipotéticos 10.000€ en 31.825€, mientras que el Fondo Naranja obtiene un 4.72% compuesto anual, dejando la cantidad inicial de 10.000€ en otra más modesta de 25.130€. Es decir, que por el camino se pierden 6.694€. Para hacernos una idea, 335€ al año, casi un euro al día, o 28€ al mes. Una diferencia notable que nos recuerda una vez más la importancia de contar con un instrumento de inversión que conlleve unos gastos más moderados.
En el cuadro siguiente podemos apreciar estas dos diferentes trayectorias:
La pobre performance de la bolsa española se refleja en el hecho de que a finales de 2006 los 10.000€ iniciales equivalían a 25.135€. Es decir, 5€ más que los que figuran al terminar el año 2022. Para que nos entendamos, esto quiere decir que la bolsa española está hoy donde estaba hace 16 años. Eso según los resultados del Fondo Naranja. En el imposible supuesto de haber obtenido el 100% de la rentabilidad del índice, estaríamos “sólo” en 2017. Cinco años atrás. Una mala performance de un índice unido a unos costes elevados del instrumento que lo replican forma un binomio al que solamente podríamos llamar El Dúo Mortal.
Podría ser peor, dirá alguno. Y de hecho lo es porque estamos hablando de resultados nominales. Durante los 20 años que median entre 2003-2022 la inflación española, de acuerdo al IPCA, ascendió de media anual a un 2.13%. Se trata de una cifra realmente moderada para la historia inflacionaria española así que podemos darnos con un canto en los dientes. Lo que ocurre es que opera a lo largo de muchos años y sus efectos se unen a los de la pobre performance del índice y a la de los gastos elevados. Un cóctel explosivo.
En el cuadro siguiente podemos ver cómo la inflación erosiona la rentabilidad del Ibex35 y del Fondo Naranja:
Traducido a números eso implica que el Ibex35, cuya rentabilidad compuesta anual era de un 5.96%, obtiene en términos reales otra del 3.82%, mientras que el Fondo Naranja, que lograba en términos nominales una rentabilidad compuesta anual del 4.72%, se queda ahora en otra del 2.58%.
En el cuadro siguiente podemos hacernos una idea del desastre que esto significa. Así, para el Ibex 35 hemos regresado a algún punto de 2006 y para el Fondo Naranja hemos vuelto a algún lugar de 2005:
De esta experiencia indexada real y práctica a largo plazo, que ha podido suceder perfectamente a cualquier inversor español, se pueden extraer varias conclusiones muy valiosas:
- La bolsa no siempre sube a largo plazo. Al menos, no la bolsa española.
- Los costes de un fondo índice importan e importan mucho, especialmente cuando la performance del índice que replica no es satisfactoria.
- La inflación, por muy moderada que sea, empeora todavía más el resultado de sumar al punto 1 el punto 2.
Para finalizar, podríamos añadir que todo el mundo tiene su momento de gloria incluso en comparación con el mejor de la clase. El Ibex35 lo tuvo, especialmente entre 2003-2007, en comparación con el todopoderoso S&P500. En el último cuadro de hoy puede verse la distinta evolución de 10.000€ invertidos en el Fondo Naranja Ibex35 y en su homólogo del S&P 500 (años 2003-2005 reconstruidos). Literalmente, los 10.000€ invertidos en el “amo americano” en 2003 no superaron en rentabilidad al “enano ibérico” hasta el año 2016. Cosas que pasan.
Como seguramente el lector querrá ver alguna opción de Dollar Cost Averaging, el famoso DCA o promedio del coste monetario, tendremos la gentileza de plantearla en una próxima entrega a fin de responder a la pregunta de si hubiera valido la pena haber invertido en el Ibex35 a través de su ineficiente y caro replicante anaranjado. Una pregunta para la cual caben varias respuestas siendo generoso o muy generoso y tan sólo una siendo más tacaño.
@mellizonomics & @quietinvestment