TU PASIVA DECISIÓN ACTIVA O TU ACTIVA DECISIÓN PASIVA
TU PASIVA DECISIÓN ACTIVA O TU ACTIVA DECISIÓN PASIVA
La narrativa que domina el relato financiero sostiene que las personas se indexan debido a la omnipresencia de la hipótesis del mercado eficiente (EMH), una teoría según la cual los precios actuales de los valores reflejan toda la información disponible y cuya consecuencia principal no es otra que la imposibilidad para los gestores activos (y los inversores particulares) de vencer al mercado. No obstante, desde otro punto de vista podría afirmarse que esta hipótesis es errónea y que, además, siempre lo ha sido. De hecho, hay gestores activos con suficiente habilidad que han obtenido mejores resultados, netos de comisiones, que el mercado, y en el futuro habrá también gestores que lo consigan. Aquí hay unos cuantos y de todos los “colores.” El problema radica en que son pocos y, hasta cierto punto, es un tanto impredecible seleccionar de antemano a aquellos que obtendrán éxito. La indexación, en consecuencia, es una decisión activa que no busca obtener rendimientos superiores a los del mercado, sino que, en realidad, tiene por objetivo obtener rentabilidades mejores que la mayoría de los gestores activos.
Sin embargo, la hipótesis de los mercados eficientes, esgrimirán sus defensores, constituye el principal argumento académico que justifica la indexación. ¿Qué otro puede haber sino? Realmente, a esto podría contraargumentarse que, efectivamente, se trata de una “hipótesis”, una “teoría”, y que, por si esto no fuera poco, de una hipótesis o teoría meramente “académica” cuyo principal propósito es explicar por qué la mayoría de los gestores activos obtienen una rentabilidad inferior a la del mercado e incluso por qué los gestores que logran batir al mercado no lo hacen de manera persistente en el tiempo y terminan “mordiendo el polvo” como todos los demás. Incluso Buffett, el más longevo de los “batidores” del mercado, habría sucumbido ante esta “hipótesis académica.” Por eso, la verdadera razón por la que los inversores utilizan fondos indexados se debe a su rendimiento superior en promedio, neto de gastos, en relación al resto de alternativas activas.
Es innegable que la gran mayoría de los gestores activos obtiene una rentabilidad inferior a la de su índice de referencia. La pregunta sigue siendo por qué. John C. Bogle, padre de la indexación a nivel práctico, incidió acertadamente en el tema de los gastos de los fondos. No existe duda respecto a este punto: los fondos índices son mucho más baratos que los fondos gestionados activamente. De ahí que muchos partidarios de la indexación se muestren firmes al sostener que realmente la clave del triunfo de la indexación no radica en la hipótesis de los mercados eficientes sino en la ventaja de costes de los fondos índice. Es decir, lo que cuenta es la hipótesis “bogleliana” de que los costes importan. Pero si dejáramos de lado este punto lo que habría que reconocer a la hipótesis de los mercados eficientes es que, al menos, proporciona una justificación en apariencia lógica al fenómeno de la underperfomance de la gestión activa. Si no fuera así, entonces ¿por qué los fondos indexados obtendrían de media mayor rentabilidad que los fondos de gestión activa a igualdad de costes?
No tenemos una respuesta a esta última pregunta. Lo único que parece cierto es que batir al mercado no es fácil (salvo en Twitter). Los “batidores” o aspirantes a “batidores” aborrecen la hipótesis de los mercados eficientes. Muchos inversores indexados también. Los primeros porque existen ineficiencias en el mercado, esto es, porque realmente el mercado no es eficiente. Es más, puede hablarse sin tapujos de factores de inversión, o sea, anomalías en el comportamiento de los precios de los activos financieros que, en teoría, no deberían existir, como el momentum, el value o el growth. Los segundos porque basan su decisión en los costes, el factor decisivo a largo plazo en la rentabilidad ofrecida por un producto financiero, mucho más importante y decisivo que el skill del gestor activo. Si los costes importan de manera determinante, entonces el mercado no es eficiente, la hipótesis de los mercados eficientes es una falacia y lo que simplemente ocurre es que operar en el mercado resulta, al final, demasiado oneroso. O bien, la hipótesis de los mercados eficientes es correcta al margen de los costes y entonces quienes baten al mercado tienen suerte o aprovechan anomalías temporales que tienden a autocorregirse rápidamente eliminando cualquier ventaja previa.
A final, todo el mundo tiene su explicación para dirimir por qué pasa esto o aquello en los mercados. No sólo se aspira a tener razón sino, además, a que otros te la den, que parece ser mucho más reconfortante, alimenta cualquier ego y convierte al inseguro y falto de atención en un individuo con más temple que James bond. Unos dirán que es imposible batir al mercado y otros les responderán que la experiencia (la suya) dice que sí lo es. Nosotros, que no solemos tener respuestas contundentes y sencillas para temas tan complejos, nos inclinamos, esbozando una cínica sonrisa, por esta irónica perspectiva:
“Da la impresión de que cualquier persona inteligente … debería darse todo un festín en el mercado de valores … pero por algún motivo a la hora de la verdad las cosas no son tan sencillas.”
@mellizonomics & @quietinvestment
Buena reflexión sobre los fundamentos de la gestión indexada
Hola Juan Carlos. Muchas gracias. Intentamos ser optimistas. Saludos cordiales.
Es recurrente el tema “batir al mercado” en el blog.
Me da que en el largo plazo un inversor pasivo también pierde de manera considerable frente al mercado.
La inversión de una cantidad significativa en una única vez es un caso teórico.
En un mercado alcista la inversión promediada no puede batir al mercado, por pura limitación matemática. En uno bajista se pierde menos, pero triste consuelo es ese. En una sucesión de ciclos la media probablemente sea alcista, y estás en el primer caso. Además, los ciclos no suelen ser simétricos, siendo loa ciclos alcistas más largos.
Sin considerar comisiones, impuestos, divisa, selección del indice correcto etc. el resultado final estará condicionado por cuando y cuanto se invierte. Por mucho que se pongan las aportaciones en autopilot, el miedo y la codicia juegan un rol fundamental y la fuerza de voluntad necesaria para ceñirse al plan no es menor. Y además de todo esto, está la vida y sus necesidades (familia, vivienda, estabilidad laboral, salud etc.), que no siempre irán acordes al plan.
Por lo tanto, ¿qué nos queda? Pues probablemente lo primero asumir que perteneces al 99% que va a perder frente al mercado. Lo segundo que quizá no sea la referencia contra la que te has de medir. Mi experiencia: define objetivos realizables con un fin concreto. Ejemplo: Una tercera “paga” vía dividendos” (por poner uno,)
En la tumba de nadie pone “él batió al mercado”. J Zewig.
Hola Álvaro. Gracias por tu aportación. Efectivamente, batir al mercado no es fácil. Además, una cosa es presentar los análisis y los datos de manera abstracta e impersonal y otra bien diferente la particular realidad y circunstancias de cada inversor. Saludos cordiales.