SOY FUTBOLISTA MILLONARIO: ¿DÓNDE Y CÓMO INVERTIR MI DINERO PARA NO TERMINAR ARRUINADO A LOS 40?
Tal y como decíamos en el anterior post hoy ejemplificaremos la manera sencilla y exenta de complicaciones a través de la cual un futbolista millonario o cualquier otro deportista de élite y bien pagado puede evitar no sólo caer en la ruina sino, además, conservar su fortuna e incrementarla. Por supuesto, acudiremos a la indexación teorizada en La Guerra Financiera Asimétrica que en su momento tuvimos el gusto de exponer en la Value School.
1. SOY FUTBOLISTA MILLONARIO: ¿DÓNDE INVERTIR MI DINERO?
Sin lugar a dudas en un índice amplio, grande, líquido y representativo que tienda a la eficiencia. Aunque hay otros índices recomendables aquí usaremos el SP500 Total Return que incluye la reinversión de los dividendos. No obstante, el MSCI World u otros índices parecidos también son válidos. Nos inclinaremos por el índice norteamericano porque en esencia se trata de un índice global y porque, mientras no se demuestre lo contrario, la primera potencia económica y militar del mundo sigue siendo Estados Unidos. Tanto en términos de soft power como en cualquier otro elemento de índole geopolítico y económico el liderazgo americano es indiscutible y, probablemente, lo seguirá siendo durante bastante tiempo.
Nuestro futbolista millonario comienza su exitosa carrera en el año 2000 y la termina en 2018, 19 años después. Durante este período así lo ha hecho el SP500:
Y así el SP500 Total Return, sumando los dividendos:
Vamos a suponer que durante este período las retenciones tributarias a los dividendos han sido muy elevadas, del 35%, dejando entonces un SP500 Net Return como el que sigue:
Y además nuestro futbolista inversor escoge un producto indexado muy caro que le penaliza con unos gastos generales anuales del 1% sobre patrimonio de tal manera que la rentabilidad del SP500 Net Return anterior se transforma en la de este SP500 Nominal:
Por último, añadiremos la inflación anual en España, según el Banco Mundial, de tal manera que junto al SP500 Nominal tendremos un SP500 Real con las siguientes rentabilidades:
NOTA: en los ejercicios 2009 y 2014-2016, todos deflacionarios, se mantiene la rentabilidad del SP500 Nominal, es decir, no tenemos en cuenta la inflación cuando nos beneficia pues el objeto de este ejemplo es plantear un escenario pesimista de alta tributación por los dividendos y gastos de transacción elevados.
De 19 años, 5 son claramente bajistas y, tras comisiones e inflación, 3 más se le suman.
2. SOY FUTBOLISTA MILLONARIO: ¿CÓMO INVERTIR MI DINERO?
Supongamos que nuestro maestro del balón obtiene grandes sumas de dinero pero que se limita a invertir en un fondo de inversión indexado al SP500 la nada desdeñable cifra de 1.000.000 € cada año hasta que se retire, aportando por tanto un total de 19.000.000 €. Una suma mareante, pero puede que no tan grande cuando hablamos de deportistas de élite con emolumentos muy superiores cada año.
Estos serían sus resultados conforme a nuestro SP500 Nominal y SP500 Real:
Al cabo de 19 años nuestro protagonista acumularía más de 36 millones en términos nominales con un poder de compra real de más de 30 millones. Esto es, su rentabilidad total acumulada sería del 92%, o sea, un 59% real. Y eso a pesar de las condiciones leoninas en las cuales invierte, con altos impuestos y gastos generales.
Con 19 operaciones financieras, una cada año, nuestro amigo no sólo conserva sus ganancias, sino que además las incrementa sustancialmente. Él no lo sabe, pero ha batido a más del 90% de los inversores profesionales y, lo mejor de todo, no ha tenido que esforzarse ni el 1% de lo que ha tenido que sudar en el terreno de juego. Mejor todavía: tampoco ha tenido que perder el tiempo escuchando a un montón de sacamantecas y vendehúmos tratando de llevarse su dinero a proyectos disparatados ni ha padecido el tormento de iniciar negocios de los que no tiene demasiada idea y que tan sólo le han acarreado disgustos emocionales, tributarios y burocráticos.
3. SOY FUTBOLISTA MILLONARIO: ¿CÓMO PUEDO DARLO TODO EN EL TERRENO DE JUEGO FINANCIERO?
Pues invirtiendo más cuando la bolsa ha bajado. En este caso nuestro deportista no sólo es agresivo (en el buen sentido) en la cancha sino también en los parqués y decide aportar más dinero cuando la bolsa baja.
Lo hará de la siguiente manera:
En el año 2001, 2002 y 2003 vemos que aporta sucesivamente 2, 3 y 4 millones en lugar del millón habitual. Tras un año bajista siempre invierte más y si el “bajismo” perdura también perdura el incremento de sus aportaciones. En 2004, a pesar de que el año 2003 es alcista, también continúa progresivizando sus aportaciones porque a finales de 2003 ha invertido 10 millones que nominalmente valen casi 10 y medio pero que en términos reales no valen aquellos 10.
En 2006 repite el proceso y también en 2009. En 2010 le pasa algo similar a lo que le ocurrió en 2004: ha invertido ya 21 millones que nominalmente equivalen 22 y medio pero que en términos reales apenas llegan a 19. Continuará aportando más fondos de manera creciente hasta el 2012. Al terminar este año ha invertido 34 millones y, esta vez sí, tanto nominalmente como en términos reales, al finalizar ese año suma ya más de lo invertido.
Finalmente aportará 41 millones y obtendrá más de 87 en términos nominales, una rentabilidad total acumulada del 113%, equivalentes a 71 millones y pico reales, un 74%. Mejora así las rentabilidades del deportista del ejemplo anterior, más timorato, y obtiene una muy buena recompensa. En ambos casos con tan solo una operación financiera al año y sin complicarse la vida y diciendo auf widersehen a los tahúres del Mississippi que pululan como buitres a su alrededor ofreciendo amistad cuando lo que en realidad quieren es dinero.
No hay dos sin tres así que dedicaremos una última entrega dedicada a nuestros deportistas de élite, especialmente los futbolistas, verdugos y víctimas financieras de sí mismos, a sintetizar algunas recomendaciones, que ninguno leerá y mucho menos tendrá en cuenta pero que sinceramente estimamos útiles y, sobre todo, seguras.