Los IED del inversor o cómo mejorar la rentabilidad de los índices (GFA 9ª Parte)
Los IED del inversor o cómo mejorar la rentabilidad de los índices
Un IED (Improvised Explosive Device) es un artefacto explosivo usado en la Guerra Asimétrica por los insurgentes y fabricado en base a múltiples diseños, mecanismos detonantes y tipos de explosivos. Pueden estar ocultos en cualquier lugar y bajo formas diferentes, desde una cacerola a un bidón de plástico. Baratos, relativamente sencillos de fabricar y más prácticos a la hora de combatir que andar pegando tiros a golpe de AK-47 y fogonazos de RPG-7, constituyen la pesadilla de la OTAN y el regocijo del fanático islamista. El inversor indexado dispone también de su propio IED. A través de él mejorará la rentabilidad que cualquier índice le ofrece y, además, lo hará de manera segura, eficiente y controlando todo el proceso. ¿Es eso realmente posible? Por supuesto que sí.
Los IED hacen que el peligro para los insurgentes disminuya mientras que aumenta el riesgo para las fuerzas occidentales. Cuando se activaban remotamente mediante un móvil nuestras tropas se vieron obligadas a generalizar el uso de los inhibidores de frecuencia. Ante tal novedad, los insurgentes sustituyeron la detonación telefónica por otros medios más rudimentarios, como por ejemplo un tío tirando de un cordón. O un niño. El nivel de inversión de occidente aumentó mientras que la inversión correspondiente de los insurgentes disminuyó. Un chiquillo es más barato que el móvil, que ya de por sí está tirado de precio. Dotar a todos los vehículos tácticos de los aliados de inhibidores de frecuencia es mucho más caro proporcionalmente que usar a un crío o cualquier otro con un cordoncillo para accionar el explosivo. Hoy va a ver cómo el inversor incrementa su nivel de aportación promediada a la indexación obteniendo unos resultados igual de eficientes que nuestros queridos enemigos islamistas.
Dada la eficacia de éstas armas traicioneras hubo que reforzar el blindaje y otras características de los vehículos de transporte de las fuerzas occidentales para proteger las vidas de nuestros soldados lo cual ha costado también un auténtico dineral. Los insurgentes, no obstante, han procedido a aumentar la carga explosiva. En vez de un kilo, pues dos. Proporcionalmente, una vez más, el gasto es desmesurado para nosotros e ínfimo para ellos. A gastos descomunales de investigación, desarrollo, diseño y fabricación de vehículos más seguros se responde aumentando la carga de trilita. El explosivo es mucho más barato que toda nuestra parafernalia tecnológica. Sólo hay que poner más TNT. Así pues, el inversor deberá ser un poco más activo que en el caso del promedio del coste monetario lineal. Pero sólo un poco.
Por otro lado, los IED provocan muchos heridos graves que hay que recuperar de la zona de operaciones, curar, rehabilitar y, posteriormente, abonar una pensión. Los muertos sólo hay que recordarlos una vez al año y son relativamente baratos. Pero no sucede lo mismo con los mutilados e inválidos, que están ahí todo el día recordándonos con su presencia los horrores de la guerra y desmoralizando a la retaguardia y a los futuros combatientes que ven en esos testimonios desgraciados de la crueldad humana un reflejo de lo que podría sucederles a ellos mismos. Y una vez más, todo ese proceso es muy caro. Económica y moralmente. Será ahora cuando el inversor indexado maximice la efectividad de sus aportaciones a través de una táctica astuta y segura que le permitirá ganar operando “a distancia.” Sobre todo psicológica.
Dejando aparte las consideraciones morales que esta situación presenta lo que sí debemos hacer es aprender de la inmensa sabiduría táctica que encierra este escenario. El inversor tiene a su alcance su particular IED para mejorar la eficiencia de su indexación y obtener el triunfo en la atroz Guerra Financiera Asimétrica que libra ante sus poderosos y crueles enemigos. Hay que aprender de las ideas inteligentes, sabiendo discernir entre la condena moral y aquello que puede inspirarnos para mejorar lo que hacemos.
Subestimar al enemigo y no aprender de él y de sus motivaciones es el camino más corto hacia la derrota. Y el inversor no puede permitirse el lujo de perder porque se juega su libertad e independencia personal, que es el bien más preciado que tenemos.
El IED del inversor indexado: la indexación progresiva de carácter reactivo
La indexación progresiva de carácter reactivo es un promedio del coste monetario que consiste en incrementar la cantidad aportada al instrumento indexado durante los períodos bajistas de mercado, de tal manera que aumente el capital invertido cuando la bolsa es más barata. El carácter reactivo de esta manera de promediar, un peldaño más activa que la del promedio lineal, viene determinado porque el incremento de la cuota periódica de inversión lo determina el pasado reciente de la evolución bursátil y no el futuro próximo de la misma. El inversor indexado no juega en ningún momento a predecir el rumbo que van a tomar los mercados en el porvenir más inmediato sino que actúa en función de lo que ya han hecho y lo hace bajo unos criterios y tácticas adoptados previamente.
Todas las observaciones realizadas al hilo del post anterior, donde se explicaba el procedimiento del promedio del coste monetario aplicado a la indexación, son aplicables también aquí porque el cambio fundamental en esta modalidad de promediar no viene dado por una variación en los principios generales de inversión indexada sino por una mejora en los procedimientos y tácticas de carácter práctico. No cambia el fondo sino la forma y lo hace a efectos de ahorrar e invertir más cuando las condiciones de mercado son propicias con la finalidad última de aumentar la rentabilidad.
Vamos a utilizar como ejemplo al IBEX35 con y sin dividendos tal y como hicimos en el anterior post.
En el muy largo plazo todo da relativamente igual
Empezaremos con el IBEX35 sin y con dividendos a 20 años vista:
Para una cantidad X invertida en 1995 el IBEX35 sin dividendos ofrecía una rentabilidad acumulada del 233% (6.2% compuesto anual) y otra del 602% (10% compuesto anual) al terminar 2014. El inversor/ahorrador aportaba 1.200€ anuales que aumentaba un 3% compuesto anual como protección contra la infracción. Al cabo de 20 años había invertido 32.244€ y señalábamos que acumularía entre 41.252€-67.732€. Recuerde que esos 67.732€ es el tope máximo que le asignamos como beneficio dado que hay que contar con los gastos de intermediación del instrumento financiero. También decíamos que de media estos gastos son más moderados que los instrumentos de gestión activa por lo que concluíamos que la cantidad obtenida por el inversor estaría más cerca de los 67.732€, margen máximo, que de los 32.244€, margen mínimo.
No olvide las cuestiones generales señaladas para la aplicación práctica del promedio del coste monetario: la inversión es un proceso que se proyecta en el tiempo mediante aportaciones dinerarias preestablecidas y realizadas con regularidad temporal predeterminada, que la indexación precisaba de una diversificación en índices grandes y globales que tendieran a la eficiencia (aquí usamos el IBEX35 como ejemplo, pero ejemplo válido) y que todo este proceso inversor indexado estaba relacionado con planes que tuvieran sentido a medio, largo y ultra largo plazo. Nada de esto ha cambiado.
Ahora bien, ¿cómo podría el inversor mejorar de manera eficiente y segura lo anterior? La inversión progresiva indexada funcionaría de la siguiente manera. Observe el siguiente cuadro:
En 1995 nuestro inversor perezoso comienza a ahorrar e invertir. Su cuota anual serán 1.200€ revalorizados anualmente un 3% compuesto. Esa es su cuota llamada X de inversión. En 1994 la bolsa subió. Por tanto a comienzos de 1995 nuestro indolente amigo invierte 1.200€. Su próxima decisión de inversión tiene lugar a principio de 1996. Observa nuestro amigo que 1995, EL AÑO ANTERIOR, la bolsa subió. Sabe en 1996 que va a comprar MÁS CARO que en 1995. No sabe si la bolsa está cara o está barata. Sólo sabe que está más cara que el año pasado. Siguiendo con su plan, aporta pues en 1996 su X de 1.236€ (1200€ más un 3%). En 1997 realiza su tercera aportación. Parece que 1.996 fue un buen año: la bolsa siguió subiendo. Por tanto realiza su aportación lineal de 1.273€ (1.236€ de 1996 más un 3%). Y así.
Así hasta que a enero del 2001 echa una mirada atrás y constata que en el año 2000 la bolsa bajó. Es ahora cuando comienza su inversión progresiva y decide invertir más. Este año su X, su cuota de inversión anual, sería de 1.433€. Pero sabe que este año va a comprar MÁS BARATO que el anterior, en el 2000. Sigue sin saber si la bolsa está cara o barata y, además, no hace nada por averiguarlo porque ni tiene tiempo ni ganas. Lo que sí hace es modificar su cuota: en lugar de X invertirá 2X, esto es, en lugar de 1.433€ (lo que le toca todos los años) aportará 2.866€.
Pero amanece el 2002 con la desagradable sorpresa de que el 2001 también fue un año bajista. En condiciones normales, esto es, la bolsa sube, a nuestro gandul inversor le tocarían este año 1.476€. Ahora bien, sabe que en 2002 la bolsa está MÁS BARATA aún que en el 2001 y también en el 2000. Así pues modifica de nuevo su cuota. Esta vez hará un 3X: 1.476€ por tres, invirtiendo 4.428. El indexador progresivo sigue sin saber si la bolsa está cara o barata. Ni hace por saberlo sino que continúa con su plan y su proceso disciplinadamente.
Cual será su agonía cuando en 2003 mire atrás y constate un tercer año bajista seguido, el 2002. Ni corto ni perezoso toma la cuota X de este año, 1.520€, y continúa incrementando la progresividad de su inversión: esta vez 4X, es decir 1.520€ por cuatro, 6.080€. Ni sabe ni hará por saber si la bolsa está cara o barata. Lo que sí sabe es que está MÁS BARATA en 2003 que en 2002 y que en 2001 y 2000.
Finalmente, llega el 2004. Este año tocan 1.566€. Esa es su X este ejercicio. ¿Qué ha hecho la bolsa en 2003? Subir. Sin novedad. El inversor regresa al promedio lineal: X o 1.566€. Una vez más sigue sin saber si la bolsa está cara o barata. Lo que sabe es que en 2004 está más cara que en 2003. Es lo único que necesita saber para tomar sus decisiones. Y esto es lo que hará de aquí al 2014.
OBSERVACIONES:
PRIMERA. En ningún momento el inversor especula acerca de si es conveniente o no invertir. Él invierte SIEMPRE. No especula tampoco acerca de cuánto va a durar ni el período alcista ni el bajista. Su modo de actuar no es proactivo sino REACTIVO. Una vez se da la circunstancia que motiva un incremento de su aportación anual nuestro vago preferido REACCIONA invirtiendo más sin especular acerca del futuro próximo de las cotizaciones.
SEGUNDA. En ningún momento el haragán de la indexación compromete de golpe una cantidad enorme de dinero sino que la va aumentando progresivamente a medida que las circunstancias bajistas se repiten. No invierte 10X en 2001 porque no sabe ni puede saber cuando va a terminar el “bajismo.” Simplemente invierte más e incrementa su nivel de inversión a medida que los años malos se suceden pero renunciando a averiguar cuando se van a tornar las cosas positivas.
RESULTADOS DE LA INDEXACIÓN PROGRESIVA A 20 AÑOS
A muy largo plazo la indexación progresiva no mejora sustancialmente los resultados del inversor. Compare el 28%-110% acumulado anual del promedio lineal con el 28%-100% del progresivo. El tiempo en la indexación cura casi todos los males. No obstante sí hay una diferencia importante: en el primer caso ha aportado 32.244€ y obtiene entre 41.252€-67.732€ pero en el segundo ha aportado 55.026€ y obtiene entre 70.757€-110.136€. A muy largo plazo se diluyen las diferencias de rentabilidad entre el promedio lineal y el progresivo pero este último obliga a realizar un mayor esfuerzo ahorrador de tal manera que al final del proceso lo que tenemos es siempre más capital acumulado. Esta ventaja de carácter psicológico revierte finalmente en lo material.
Recuerde que la rentabilidad del promedio tanto lineal como progresivo mostrado en los dos cuadros anteriores y los que vienen responde al criterio de conservación del capital. Es decir, responde a la pregunta de si tras invertir X durante tanto tiempo tengo al final más o menos de lo que aporté. Es una rentabilidad calculada como si todo el dinero aportado a lo largo de 20 años hubiese sido hecho en el año 1. No es la rentabilidad real de la inversión, que es más alta que 28%-100% que se señala. Animamos al lector que averigüe la verdadera rentabilidad anual obtenida. Aquí lo que nos importa es constatar la enorme seguridad que a efectos de conservación del capital ofrece la inversión bursátil e indexada.
Cuando se reparten palos es cuando cunde la progresividad reactiva promediada
No es con las vacas gordas sino con las flacas para lo que está diseñada la inversión promediada progresiva. Éste es el IBEX35 y sus resultados con el promedio lineal, ya vistos en el post anterior:
Los quince peores años de nuestra vida bursátil daban unos frutos más que aceptables para el prudente y pasivo inversor indexado mediante el seguro procedimiento del promedio del coste monetario. A base de paciencia, constancia, disciplina, grandes dosis de aburrimiento y una actitud ascética en lo financiero consistente en pasar de todo y hacer siempre lo mismo, nuestro amigo indexado conseguía resultados insólita y antiintuitivamente positivos.
Veamos si le cunde o no el esfuerzo de la progresividad:
La respuesta es sí, si le cunde. Compare ambos cuadros. No sólo ahorra e invierte más sino que obtiene una rentabilidad mejor. A quince años vista la acumulación de 7 años bajistas no ha supuesto una catástrofe. Será una catástrofe para quien se lo juegue todo a una carta. Pero nuestro indexador es vago, sí, pero no está loco. Tal como explicamos en el apartado anterior él invierte más cuando YA HA VISTO que la bolsa ha bajado. No antes. Después. Y así siempre.
La ventaja del promedio progresivo reactivo sobre el promedio lineal no consiste en una mayor protección del capital invertido. Eso se consigue de ambas maneras. La ventaja es doble: por un lado siempre se invierte más y por el otro se invierte en momentos mejores. El resultado final es una mejora en la eficiencia del proceso ahorrador/inversor y, consiguientemente, mayor rentabilidad.
La década perdida…pero ¿otra vez con eso?
Los aciagos últimos 10 años de IBEX35 según muchos pesimistas no han deparado nada bueno. Al inversor indexado en el level 99 de pereza, sin embargo, no le han dado tan malas noticias. Recuerde:
El holocausto burbujero mundial y el posterior nacional le han producido al inversor más vago del panorama nacional tanto hastío como aburrimiento. En el level 98 de pereza se sitúa el inversor promediado progresivo. Y estos son sus encomiables resultados en la década ominosa:
Ver para creer. Ya es difícil perder dinero mediante un promedio lineal mantenido durante un tiempo prudencial. Es difícil perderlo incluso en circunstancias globales muy adversas, no ya de recesión sino de depresión, y sumadas a las circunstancias pésimas nacionales. Con la indexación progresiva promediada aún lo es más pues ésta alcanza todos sus objetivos con cansina y machacona insistencia. Es realmente complicado perder.
Tiene gracia la cosa. Tanta gente con tantos medios gastando tanta pasta para adivinar qué va a hacer el mercado mañana y obteniendo al final resultados por debajo de éste o mucho peores, tanto a nivel institucional como ya no digamos minorista, y viene un notas que no pega palo, que hace sólo cuatro cosas, que sabe sólo cuatro cosas importantes que le conciernen (los fundamentos de la indexación, sus principios generales), y va y se come con patatas a casi todos los inversores y profesionales del gremio. Ni blog, ni Twitter, ni Cinco Días, ni Expansión, ni El Economista, ni Morning Star, ni Fibonacci, ni ciclos seculares, ni small something, ni nada de nada. Simple y llanamente realizando un procedimiento mecánico presidido por el principio de prudencia y orientado a no comprometerse jamás ni con los bajistas ni con los alcistas (nuestro inversor ni sabe ni le importa lo de los osos y los toros) se consiguen resultados no increíbles o extraordinarios pero sí desde luego remarcables, por encima de la media y lo más importante, seguros y rentables.
¿Terror en el medio plazo?
¡Qué va hombre! En todo caso Scary Movie. El quinquenio infernal terminaba de esta manera para el indexador lineal:
Sin novedad en Vagolandia. Ni a las puertas del rescate es capaz el quinquenio del horror de batir al promedio del coste monetario y la indexación. Mire lo que le hace el promedio del coste monetario progresivo reactivo al índice bananero español:
Parece mentira pero no lo es. Quien se desentienda de este mundo de las finanzas y la inversión obtiene mejores resultados que muchos entendidos. Cantidad de tiempo y esfuerzo empleado: ínfimo. Es lo que hay.
Importantes consideraciones finales
Aparte de lo expuesto en el anterior post el inversor debe tener en cuenta unas cuantas cosillas respecto a lo que acaba de ver:
PRIMERA. Sinceramente, es muy pero que muy fácil ganar dinero en bolsa. ¡No se ría! Lo difícil es perderlo. Es un juego de niños porque el procedimiento es sota, caballo y rey. No hay más. Ni medias, ni ratios, ni nada de nada. Pero tanto la inversión indexada en base al promedio lineal como al progresivo exigen algo muy contraintuitivo en la naturaleza de las personas y más en el mundo en el cual vivimos ahora: pensar en el futuro como algo que muy probablemente va a suceder y olvidar el nefasto “que me quiten lo bailao”, desarrollar hábitos de disciplina, paciencia y constancia y, si tan sólo va a dedicarse a la indexación, adoptar una actitud ascética de alejamiento de la actualidad financiera porque no le va a aportar nada salvo dudas y va a interferir en su pasivo procedimiento de inversión.
SEGUNDA. Es realmente complicado perder dinero en bolsa estando indexado a un sólo índice, aunque sea uno patatero como el español. Pero es que invertir en tres índices diferentes, grandes, amplios, globales, que tiendan a la eficiencia, multiplica las altísimas probabilidades de que no pierda y que sí gane. Tendrían que darse una conjunción de circunstancias tan anómalas y extraordinarias para que eso no fuera así que estaríamos hablando de algo parecido a un hundimiento civilizatorio. Pero en tal caso daría igual donde hubiera puesto su dinero.
TERCERA. El promedio progresivo exige una cierta anticipación en relación al capital a invertir. Por ejemplo, si dedica 60€ mensuales a tres índices, 20€ cada uno, debería apartar a una cuenta de efectivo o productos de renta fija a menos de un año o un fondo de inversión de renta fija muy conservadora una cantidad similar, 60€, para que cuando lleguen las vacas flacas pueda realizar con más comodidad y menos sacrificios sus aportaciones. Eso es una responsabilidad del inversor a nivel particular y cada uno debe organizar esa cuestión a su manera en función de sus particulares circunstancias financieras. Pero es algo que debe hacerse con carácter previo y simultáneamente a la inversión.
CUARTA. Las dos ventajas principales que tiene el promedio del coste monetario progresivo de carácter reactivo consisten en que se realiza un mayor ahorro en momentos más propicios generando en el proceso una mayor rentabilidad, si bien es cierto que a muy largo plazo ésta última no es tan relevante. Por otro lado, la ventaja añadida a las dos anteriores es que a plazos más reducidos como quinquenios o decenios el proceso refuerza la seguridad del capital invertido en entornos macroeconómicos globales y locales muy adversos logrando el aparentemente increíble objetivo de ganar dinero a pesar de la presencia de una bandada de cisnes negros.
Para que se haga una idea del esfuerzo que hubiera supuesto la indexación progresiva del ejemplo, en el período de 5 años habría aportado de media 2.817€ anuales y 235€ mensuales. Para los 10 años hubiesen sido 2.405€ al año y 200 al mes. Para el período de 15 años serían 2.798€ anuales y 233€ mensuales. Finalmente, a 20 años vista, serían 2.751€ al año y 229€ al mes. De media, claro. Los períodos bursátiles más aciagos, el quinquenio ominoso y los peores 15 años de nuestra vida bursátil, son los que han implicado un mayor esfuerzo. Quizá esto sea demasiado para un mileurista pero no es descabellado para un salario más sobre la media como uno de 1.500€.
Conclusión
De la misma manera que el insurgente islámico adapta sus tácticas y medios al enemigo al cual se enfrenta, usted debe hacer lo mismo a nivel financiero. Su AK-47 es la indexación. Existen fusiles de asalto mejores que el AK-47 como también existen mejores alternativas de inversión que la indexación. Pero ésta cuenta con grandes ventajas generales y, además es compatible con otras formas de invertir. Su RPG-7 es el promedio del coste monetario. Hay lanzacohetes mejores que el RPG-7 pero lo cierto es que la relación calidad/precio así como la manejabilidad de éste último son imbatibles.
Su IED es el promedio del coste monetario progresivo y reactivo. Es su forma silenciosa y a distancia de “matar” sin riesgo a nivel financiero obteniendo unos resultados excelentes en cualquier entorno macroeconómico. Los IED han sido la pesadilla hecha realidad de la OTAN. Una machacadora de carne que nos ha costado y nos seguirá costando un fortunón, por no hablar de las secuelas físicas y psicológicas que dejará en nuestros soldados. Las psicológicas y morales se extenderán a nuestros civiles. Los IED encierran una gran crueldad pero al mismo tiempo una estrategia y táctica sobresalientes. Su manera de maximizar el daño a sus enemigos financieros pasa por el uso de este instrumento diabólico. Aquí el promedio progresivo del coste monetario. Así es como usted gana. Eso exige algo muy complicado por su parte: respetar las reglas y no desviarse jamás de las mismas. Como en los Gremlins.
Finalizaremos en el próximo post el bloque sobre la indexación para a continuación examinar otras alternativas de inversión más activas porque si bien es cierto que la indexación es un instrumento formidable de ahorro e inversión generador de riqueza y patrimonio no es menos cierto que tiene a su vez unos límites en cuanto a lo que podemos esperar de ella. De lo contrario nosotros no tendríamos este blog ni contribuiríamos a incrementar las herramientas de análisis del inversor activo a través de nuestra particular perspectiva.
En cierta ocasión me hallaba contemplando un puesto de venta de souvenirs militares del ejército soviético. El hombre que los vendía estaba acompañado de su hijo, casi adolescente, quien le ayudaba en el negocio. Desde cascos del Ejército Rojo agujereados hasta el traje de un aviador de Mig, con sus respectivos agujeros también. Aquel señor vendía de todo lo que el chatarrero armamentístico comunista había dejado en esa inhóspita tumba de imperios llamada Afganistán. Un oficial americano realizó una adquisición y, ya no recuerdo por qué, entablamos una conversación y fuimos a tomar un café. Recuerdo las palabras que aquel soldado me dijo: “Mira ese hombre vendiendo toda esa chatarra militar comunista. ¿Ves a su hijo? Él venderá nuestros uniformes agujereados dentro de veinte años.”
Así es la indexación. Siempre, siempre igual. Igual de segura, efectiva y rentable.
Felicidades por sus artículos. Para lechones financieros como un servidor, son oro puro!
No estoy seguro de la idoneidad de mi consulta a través de este medio, así que mis disculpas por delante si no es así.
Creo haber entendido los principios de promedio progresivo reactivo – promedio lineal, y me animaré a empezar algún fondo indexado en IBEX35. A la luz de ello, creen ustedes que entrar ahora en SP500 es buena idea (a pesar de susexplicaciones) por su situación increíblemente (a la luz d elas cifras) alta?? Entrarían ustedes vía promedio progresivo reactivo o mejor esperar acontecimientos??
Gracias y gran trabajo!
Hola. La indexación, sea lineal o progresiva es un proceso en el cual se invierte siempre. La indexación progresiva tan sólo consiste en aportar más una vez constatada la caída bursátil. En la indexación no se habla nunca de “buen momento para entrar” o “quizá debamos esperar.” Siempre se invierte. O bien lo mismo o bien un poco más dependiendo de las circunstancias. Un saludo.
Excelente post!!! Los sigo desde Argentina y les agradezco no solo el post sino los anteriores. Si bien la indexación progresiva es algo totalmente lógico, una vez conocida la indexación y el promedio de coste, no la conocía como tal ni se me había ocurrido.
Sin embargo creo que lo mas importante que enseñan o recuerdan es la humildad que debe tener el inversor. A veces uno en el marco de un ciclo alcista se creé Buffet, pero analizando bien llegás a la conclusión que la diferencia.la hiciste tres años antes cuando todos los meses invertiste en un mercado en baja o estancado.
Saludos.
Agustín
Hola y muchas gracias. El propio Buffett recomienda la indexación para el inversor que ni tiene ganas ni tiempo para los asuntos financieros puesto que tal inversor perezoso acabará superando a la mayoría de inversores activos. Un saludo!
Excelente serie de artículos.
Personalmente siempre he sido reticente a la inversión en títulos específicos, porque no creo tener más datos o tiempo que cualquier otro para “acertar” más que los demás.
Esta serie de artículos (quizá obvios para otros) me han cambiado la perspectiva de verlo. Seguramente me anime a poner en práctica algunos de los consejos.
Enhorabuena!
Hola y muchas gracias. Indexación e inversión en títulos específicos son perfectamente compatibles. Saludos!
Enhorabuena por vuestras entradas, son increíblemente adictivas!
Gracias a ellas he decidido a indexarme y realizar aportaciones a dos fondos bimestralmente (soy así de raro), pero tengo algunas dudas con respecto a la utilización del método explicado en esta página.
A la hora de doblar nuestra aportación, habría que fijarse en el precio inmediatamente anterior o en el de nuestra primera compra para hacerlo? En el caso de que en nuestra 4ª compra, por ejemplo, el precio fuera más bajo que en la 3ª, pero más alto que en la 1ª, cómo debería actuar? Entiendo que doblando, pero podría estar en un error.
Por otro lado, tengo pensado no pasar nunca de 4X para no “exponer” grandes sumas de dinero en un corto período de tiempo. Es buena idea?
Muchas gracias por vuestro tiempo y consejos.
Un saludo!
Hola y muchas gracias. Pronto publicaremos un post al respecto relativo a cómo indexarse aclarando tus dudas y otras que nos han ido llegando. Un saludo!
Gracias una vez más. Cada nueva entrega me entusiasma más que las anteriores. En esta abordáis un tema que me apasiona, el de cómo mejorar el DCA clásico, sobre el que incluso he publicado algún estudio, mucho más modesto, por supuesto:
https://www.unience.com/blogs-economia-finanzas/fondos-de-inversion/probando_una_variante_para_el_dollar-cost_averaging_i
La lectura de vuestro artículo me plantea algunas dudas:
1. La indexación progresiva ya exige al inversor perezoso cierto trabajo extra que no tiene con el DCA, más cuanta más frecuencia comporta la periodicidad de sus aportaciones (o sea, tendrá más trabajo si aporta mensualmente que si lo hace anualmente, por ejemplo). En el DCA da igual porque se puede automatizar.
2. El inversor haragán mileurista puede calcular y mentalizarse sobre de qué parte de su sueldo puede prescindir para nutrir su plan de ahorro, pero lo tendrá muy complicado el mes que tenga que renunciar a 3X, 4X, 5X… Sugerís una solución, destinar X/2 al plan y X/2 a una cuenta de ahorro, de donde saldrán los 2X, 3X, etc. cuando pinten bastos, pero esto plantea, a su vez, dos cuestiones más:
3. En este caso es más complicado calcular la rentabilidad final del plan, porque en realidad buena parte del tiempo la mitad del mismo está en liquidez.
4. Si nuestro inversor gandul tiene la mala suerte (en realidad, buena, como demostráis, si puede hacer el esfuerzo) de que empieza a invertir al inicio de un mercado bajista, no va a tener liquidez suficiente en su cuenta de ahorro para los sucesivos 2X, 3X, etc.
Sigo leyéndoos, y gracias de nuevo por esta apasionante serie.
Hola. Las cuestiones relativas a la magnitud de la X y su sostenibilidad constituyen una cuestión puramente personal del inversor según sus circunstancias. Es responsabilidad del mismo el tenerlas previstas y delimitar lo más claramente posible su capacidad de ahorro. No obstante, es complicado que excedan un 4X salvo casos muy excepcionales. Por otro lado, tanto si la indexación es anual como mensual la cantidad de trabajo y tiempo aportada es mínima. S2
Enhorabuena por vuestro trabajo que me parece super interesante … Me gustaría plantearos una duda y es no sería aún más interesante usar esa herramienta en periodos semanales o inlcuso diarios?? Aportaría mayor rentabilidad que siguiendola en periodos anuales?? si pienso en caidas como en 2007 quizas semanalmente puedes invertir mejor ya que anualmente puede que haya recuperado el indice donde inviertes no?? Gracias
“El DCA semanal o incluso diario no tiene demasiado sentido cuando hablamos de aportaciones periódicas a un fondo de inversión, cuyo valor liquidativo se ofrece diariamente y no se trata de un instrumento cotizado en tiempo real. En cierto modo aportaciones a plazos menores de un mes no deja de ser un ejercicio de timing y para un programa de inversión a largo plazo, como el exigido por la gestión pasiva, no le vemos demasiada utilidad porque una semana no representa gran cosa en un período de inversión que supere la década. En esencia, la indexación es un ejercicio de inactividad, no hay que actuar mucho. Sin embargo, el inversor suele estar dominado por el instinto de la hiperactividad y eso le lleva a darle demasiadas vueltas a procedimientos tan sencillos como los que ejemplificamos en la GFA. Por otro lado, la progresivización mensual puede tensar demasiado la capacidad de ahorro del inversor si por ejemplo se encuentra con un período bajista de mercado prolongado. Un DCA anual o semestral no plantea esos problemas operativos y es más manejable si bien, a nivel psicológico, le deja mucho tiempo libre al inversor tanto para bien como para mal.
El MSCI World es un índice tan válido para indexarse como pueda serlo el SP500 pues el mundo crece a nivel económico a tasas compuestas anuales del 3% e incluso ha crecido en años tan malos como el 2008 o 2009 pues hay que tener en cuenta que actualmente el mundo globalizado es algo más que USA y Europa, que arrastran problemas de deuda y otras contradicciones varias que por el momento son ajenas a economías en constante crecimiento como pueden ser las asiáticas. Como índice apto para indexarse lo vemos recomendable aunque si se está usando el SP500 puede resultar en cierta medida reiterativo.”
“El DCA semanal o incluso diario no tiene demasiado sentido cuando hablamos de aportaciones periódicas a un fondo de inversión, cuyo valor liquidativo se ofrece diariamente y no se trata de un instrumento cotizado en tiempo real. En cierto modo aportaciones a plazos menores de un mes no deja de ser un ejercicio de timing y para un programa de inversión a largo plazo, como el exigido por la gestión pasiva, no le vemos demasiada utilidad porque una semana no representa gran cosa en un período de inversión que supere la década. En esencia, la indexación es un ejercicio de inactividad, no hay que actuar mucho. Sin embargo, el inversor suele estar dominado por el instinto de la hiperactividad y eso le lleva a darle demasiadas vueltas a procedimientos tan sencillos como los que ejemplificamos en la GFA. Por otro lado, la progresivización mensual puede tensar demasiado la capacidad de ahorro del inversor si por ejemplo se encuentra con un período bajista de mercado prolongado. Un DCA anual o semestral no plantea esos problemas operativos y es más manejable si bien, a nivel psicológico, le deja mucho tiempo libre al inversor tanto para bien como para mal.
El MSCI World es un índice tan válido para indexarse como pueda serlo el SP500 pues el mundo crece a nivel económico a tasas compuestas anuales del 3% e incluso ha crecido en años tan malos como el 2008 o 2009 pues hay que tener en cuenta que actualmente el mundo globalizado es algo más que USA y Europa, que arrastran problemas de deuda y otras contradicciones varias que por el momento son ajenas a economías en constante crecimiento como pueden ser las asiáticas. Como índice apto para indexarse lo vemos recomendable aunque si se está usando el SP500 puede resultar en cierta medida reiterativo.”
Muy interesante. Dos cuestiones: ¿ a la hora de vender, cuando se haría? Y la segunda, ¿ se puede hacer rebalanceo cada x tiempo.? Muchas gracias. Un saludo.
Hola. Respecto a la primera cuestión, nosotros creemos que la pregunta no es “cuándo vender” sino “cuándo no vender.” En el manual de la GFA tratamos este asunto específicamente y recomendamos no vender después de un período bajista sino al menos tras un par de años alcistas y siempre que el capital invertido no se haya deteriorado. Con “vender” no nos referimos tampoco a vender todo el fondo sino lo que necesite el inversor para alcanzar los fines que se propone. No obstante, esta cuestión y todo lo que gira a su alrededor depende en gran medida de las particulares circunstancias de cada uno y, especialmente, de la previsión del inversor en cuanto a disponer de una reserva de efectivo suficiente que no le obligue a vender a pérdida así como de los plazos en los cuales se mueva para alcanzar sus objetivos de inversión. En todo caso, no hay demasiadas reglas generales y sí, en cambio, una amplísima casuística. Tanta como inversores existan.
Respecto a la segunda pregunta si por rebalanceo entendemos el movimiento de capital entre fondos lo cierto es que tal posibilidad es perfectamente factible porque además permite utilizar rentabilidades no mancilladas por Hacienda. El rebalanceo entre fondos índices es además realizable porque no todos los índices siguen el mismo camino por mucho que a largo plazo puedan comenzar y terminar en sitios parecidos.
Ok, muchas gracias por contestar.
Me refería a rebalanceo con fondos de renta fija indexada, como el Amundi Index S JP MORGAN EMU Govies.
Muchas gracias de nuevo y un saludo cordial.