Ganando guerras y perdiendo batallas (GFA 10ª parte)
Ganando guerras y perdiendo batallas
Como inversor tiene dos maneras de enfrentarse a sus poderosos enemigos en la Guerra Financiera Asimétrica. La primera consiste en luchar contra ellos como si usted estuviera en igualdad de condiciones y quienes le acompañan al combate le consideraran su igual. Eso le conducirá inexorablemente a perder “la guerra del tiempo” pero habrá ganado por el camino algunas “batallas del día”, victorias pírricas que le harán sentir muy bien y de las que quizá pueda presumir ocasionalmente delante de sus colegas. La segunda consiste en olvidarse de las batallas y ganar la guerra, lo cual le conducirá irremediablemente a un enfrentamiento donde lo que va a prevalecer no serán sus especiales conocimientos y habilidades, la cantidad de cursos que haya hecho o de libros que haya leído, sino la adecuación de su temperamento como inversor hacia una paciencia, constancia y disciplina atroz y brutal en la cual no se conoce la piedad ni la compasión. Cosa de la cual no debe preocuparse dado que los activos financieros carecen de terminaciones nerviosas y consciencia. En cambio, usted y su familia así como las personas que son importantes en su vida sí padecen y sufren. Mayor motivo para que su despiadada actuación como inversor/ahorrador, puesto que se juega su libertad en ello, no conceda la más mínima tregua a sus enemigos y se transforme en el ejercicio implacable de una rutina que no admite excepciones.
Ante un entorno de incertidumbre en el cual el pequeño ahorrador/inversor cuenta con medios limitados frente al poder, aparentemente sin límites, de sus enemigos patrimoniales el enfrentamiento directo y la estrategia de “jugar a ganar” tienen todas las de perder. Si los españoles hubiéramos hecho eso en la Guerra de Independencia ahora mismo su hijo se llamaría François y en vez de tararear el “nainonaino” del himno nacional en los partidos de la selección estarían entonando al unísono La Marsellesa, como en el garito de Rick en Casablanca. Si los argelinos, los vietnamitas y después los afganos se hubieran empeñado en ganar batallas a campo abierto en lugar de sobrevivir a sus enemigos y desgastarlos material y moralmente a través de cualquier medio a su alcance los turistas españoles habrían de ser repatriados de las montañas de Kabul y no de las de Nepal. La guerra perpetua, la guerra sin fin, es la única alternativa que tiene aquel que padece una inferioridad de medios abrumadoramente significativa con relación a sus rivales. No es caballeroso pero funciona. Y aquí sólo importa ganar.
El inversor pasivo o conservador tiene a su alcance las increíbles ventajas de la inversión indexada para luchar despreocupadamente en la “guerra del tiempo” ignorando las “batallas del día.” Hemos visto cómo la indexación es el auténtico AK-47 del pequeño inversor en el sentido de que es el arma cuya relación calidad/precio/eficiencia le proporciona los mejores resultados. La inversión indexada constituye su estrategia de fondo. Pero su táctica, la que va a implantar de manera mortalmente eficaz aquella estrategia, consiste en el uso del promedio del coste monetario, el auténtico RPG-7 del inversor. Este instrumento táctico es tan versátil y flexible que puede ser fácilmente mejorable para lograr una performance más eficiente de la capacidad de ahorro del inversor mediante el promedio del coste monetario progresivo, un ardid astutamente REACTIVO que mejora los efectos del promedio lineal o simple. Esta táctica mortífera constituye los IED del pequeño inversor, auténticos instrumentos de “muerte” financiera al servicio del inversor/ahorrador perezoso pero listo.
Finalizando el tema de la indexación vamos hoy a constatar la increíble fortaleza de este procedimiento tomando en consideración un plazo relativamente corto, de cinco y después seis años, para terminar con una brevísima recapitulación sobre todo lo visto hasta ahora, pues pronto pasaremos a las alternativas de inversión activa.
El auténtico quinquenio del horror
Si alguien quiere probar la eficacia y eficiencia de un arma no hay mejor manera de hacerlo que en un entorno de máximo horror y dificultad. Posiblemente los 15 años comprendidos entre el 2000-2014 sean de los más aciagos de la historia bursátil española. No obstante, vamos a seleccionar la combinación de los cinco ejercicios más nefastos que uno pueda imaginarse. Y además lo suficientemente cercanos para que nadie diga que el crash de las puntocom es algo de abueletes. Sí, el tiempo bursátil es extremadamente dúctil. Dúctil a la desmemoria queremos decir.
El período seleccionado para testar su armamento indexado es el comprendido entre el 2008-2012, una combinación de cinco años realmente catastrófica. De esos cinco ejercicios, 3 y 1/2 son claramente bajistas. El 1/2 se corresponde con el 2012 donde el Ibex35 sin dividendos obtuvo una rentabilidad negativa y el Ibex35 con dividendos positiva, un exiguo 2.8% que ni siquiera alcanza al 3% que casi todos estimamos como necesario para protegernos de la inflación. A nuestro modo de ver el 2008-2012 arroja la friolera de cuatro ejercicios negativos de bolsa. ¿Hasta qué punto eso es verdad?
PRIMER CASO. AÑOS 2008-2012. INVERSOR INDEXADO MEDIANTE PROMEDIO DEL COSTE MONETARIO LINEAL O SIMPLE CORREGIDO POR LA INFLACIÓN.
Durante los años 2008-2012 el IBEX35 sin dividendos pierde la friolera de un -46% y el IBEX35 con dividendos un -28%. Si el inversor hubiese aportado 6.000€ (1.200€ anuales, 100 mensuales) a comienzos del 2008 se habría encontrado al final de este quinquenio entre 3.228€-4.349€. Su capital profanado. ¿Qué hubiera sucedido si el inversor hubiese promediado esos 6.000€ corregidos un 3% anual como defensa contra la inflación?
Desde luego que habría perdido dinero. En el mejor de los casos un -6.4%. Sin embargo, muy lejos de las pérdidas monumentales del IBEX35. Lo que desde luego no debe olvidar el inversor es lo siguiente: es muy, muy probable, altamente probable, aunque en ningún caso constituye una certeza, que a un período bajista intenso de mercado le suceda otro alcista, puede que no muy intenso, pero cuyo rebote inicial sea remarcable. Altamente probable, sin certeza. Es lo que suele ocurrir: que a un período depresivo le suceda otro sino excelente como antaño al menos mejor que el inmediatamente precedente. ¿Es posible encajar cuatro ejercicios seguidos bajistas? Perfectamente factible. ¿Es probable que eso sea así cuando de media la bolsa experimenta subidas dos terceras partes de las veces y bajadas una tercera parte aproximadamente? No suele suceder. Puede ocurrir, pero no es habitual. Constituye una muy rara excepción.
Se alega en contra de la indexación por el inversor impaciente o asustadizo que él no quiere el dinero dentro de veinte años, que quién va a esperar 20 años sin tocar el dinero, que cuánto hay que esperar para recuperar lo invertido. Bueno, si está preparando su jubilación o un plan similar, como por ejemplo un plan hijo, no entendemos muy bien cuánto aspira a esperar el inversor impaciente. ¿Tendría que aguardar mucho si es disciplinado, paciente y constante como el tenaz perdedor de batallas pero ganador de guerras, nuestro inversor pasivo y conservador? Véalo usted mismo:
Invirtiendo 7.200€ en 2008 (1.200€ anuales, 100€ mensuales) su depreciación sería de entre el -35% y el -7.4%. Llama poderosamente la atención la gran capacidad de la reinversión del dividendo apoyada en el poder de la capitalización y el interés compuesto para marcar una diferencia tan grande entre ese -35% y ese otro del -7.4%. Aún así los 7.200€ del inversor se habrían quedado entre 4.703€-6.668€ y habría perdido dinero. Por el contrario, el indexador perezoso habría invertido finalmente 7.762€ (1.200€ anuales, 100 mensuales, incrementados un 3% compuesto anual) y su rentabilidad estaría más cerca de ese 21% acumulado que ven en el cuadro, esto es, de los 9.395€. Desde luego no habría perdido dinero.
Quiere esto decir que las ventajas del promedio del coste monetario se materializan en todo su esplendor cuando las cosas van mal y no cuando van bien y todo el mundo sonríe como un tontaina creyéndose Warren Buffett. Lo último que hay que hacer en bolsa es sonreír. Y menos en el mercado continuo español, un auténtico campo de minas bursátiles. De hecho, el inversor debería estar contento de que en los años iniciales de su aportación se encuentre con períodos bajistas de mercado puesto que simple y llanamente puede comprar más barato, algo que el tiempo le agradecerá. Y cuando decimos “tiempo” queremos decir no mucho tiempo. Basta un año normal, de rebote normal tras un largo período bajista, para que las aguas vuelvan a su cauce. Esto no acaba de entenderlo el inversor impaciente e hiperactivo, que prefiere ser intuitivo y comprar lo más caro posible porque no es capaz de soportar ver números rojos durante años en sus inversiones. No obstante, es el inversor perezoso y paciente quien se acaba llevando el gato al agua porque se preocupa de ganar la guerra y no de intentar ganar batallitas.
SEGUNDO CASO. AÑOS 2008-2012. INVERSOR INDEXADO MEDIANTE PROMEDIO DEL COSTE MONETARIO PROGRESIVO CORREGIDO POR LA INFLACIÓN.
Si esto es así ya con el promedio lineal imagínese con el progresivo:
Los cinco años de humo y cenizas del IBEX35 terminan con un increíble -16%/-1.93% para el indexador progresivo. No es magia. Sólo matemáticas simples. La mejora del promedio lineal es muy notable y no digamos la mejora con respecto a la rentabilidad del IBEX35 sin y con dividendos. Una vez más, el inversor impaciente puede preguntarse que cuánto tengo que esperar. Tranquilo amigo. Conserve la calma y no se ponga nervioso. Piense que una vez más la tranquila pero sabia estrategia REACTIVA del indexador progresivo, un tipo que sólo se mueve cuando ya ha llovido, le lleva de manera automática a comprar más barato y con más dinero a medida que el final de los tiempos bursátiles, que se avecinan y predicen muy a menudo pero que no llegan más que cuando el inversor estira la patita, es proclamado por todo tipo de agoreros, normalmente los mismos que pagan un PER 250 por una empresa que no gana dinero ni lo ganará nunca.
¿Es capaz de esperar 365 días más y seguir invirtiendo de manera coherente sin echar espumarajos por la boca ni soltar memeces del tipo “la bolsa es un casino”, “todo está amañado”, “cuatro tíos viejunos con capuchas negras lo controlan todo”, “solo somos peones en manos de los poderosos”, etc…? Esperar es ver:
¿Es difícil de creer que en un período de 6 años donde más de la mitad del tiempo la bolsa ha estado bajando alguien pueda apañárselas para lograr una rentabilidad acumulada de entre el 8%-21%? ¿Es realmente posible que un tipo perezoso pero astuto y disciplinado se cachondee de los ciclos seculares, los Fibonacci, la inflación, la Reserva Federal, la rabiosa actualidad, el “aprenda a invertir en bolsa” y un largo etcétera de extrañas teorías y alambicados mecanismos de inversión descifrables sólo por nigromantes y hechiceros vestidos de Armani? Sí, es realmente posible.
En 6 años invertir 17.184€ significa de media 2.864€ al año y 239€ al mes. Dependiendo de los ingresos de cada uno puede ser un esfuerzo grande o no tan grande. Desde luego no es disparatado. Es una tasa de ahorro del 24% para un mileurista pero de un 16% para unos ingresos netos de 1.500€ al mes. Nadie tiene por qué salir “herniado.” Basta con renunciar al mundo más superfluo de las apariencias, auténtica droga dura para la clase media española.
Observaciones finales respecto a la indexación tanto lineal como progresiva
Como recapitulación del bloque básico dedicado a la inversión indexada no debe usted olvidar lo siguiente:
PRIMERO. La indexación se basa en la tendencia a la eficiencia de los mercados, donde el cruce de millones de ofertas y demandas acaba generando precios que reflejan la mayor parte del tiempo el valor de los activos y las perspectivas sobre los mismos que tienen el conjunto de los inversores. Para que esto suceda el mercado debe ser amplio y grande, representativo y líquido, difícilmente manipulable, que refleje una economía grande y globalizada o una zona extensa. Cuando decimos “tendencia” queremos decir exactamente eso, esto es, aproximación a algo y no exactitud. Los mercados no son eficientes porque ni la información es perfecta, ni simétrica, ni objetiva sino que, todo lo contrario, ésta es imperfecta, asimétrica y subjetiva. No obstante, son más eficientes en unas ocasiones que en otras. Son más ineficientes en los períodos donde los excesos psicológicos de la masa inversora generan reacciones emotivas que se basan en la euforia y en el pánico. Durante el resto del tiempo tienden a la eficiencia y quien quiera aprovecharse del mercado debe proceder a buscar ineficiencias específicas y particulares.
SEGUNDO. La inversión indexada precisa una diversificación mínima a dos o tres grandes mercados de referencia que reúnan las características anteriores. Al poner el ejemplo del Ibex35 nuestro propósito era señalar lo difícil que es perder incluso con un índice patatero de un país bananero (en relación a Europa) pero eso no significa que el inversor no deba proceder a repartir sus recursos entre dos o tres índices muy grandes, representativos y globales, como pueden ser el S&P 500 o el EUROSTOXX50. Si las probabilidades de obtener resultados positivos son enormes ya con una sola indexación la dilución del riesgo que se genera usando dos o tres hacen prácticamente imposible perder dinero. No olvide que el principio de conservación del capital es el pilar de todo tipo de inversión.
TERCERO. La indexación es un proceso continuado en el tiempo que se ajusta perfectamente y de forma flexible a cualquier nivel de ingresos. La inversión indexada está al alcance de todos los ciudadanos pues es la que presenta menores o ningunas barreras de entrada. Nadie está excluido y todos pueden ahorrar e invertir en renta variable a largo plazo por muy pequeñas que consideren las cantidades de las cuales disponen. Constituye, pues, un mecanismo de ahorro y capitalización ideal para la creación de patrimonio a medio y largo plazo adscrito a planes que tengan sentido para esos períodos de tiempo.
CUARTO. El promedio del coste monetario es la herramienta más adecuada para evitar comprometer una cantidad excesiva de dinero en un mal momento y parte del principio de invertir siempre, negándose a intentar predecir hacia donde van a moverse las cotizaciones futuras. Al inversor lo que le conviene cuando va a invertir a largo plazo no son períodos alcistas de mercado sino bajistas, donde las primeras cantidades que vaya aportando puedan adquirir más con menos. Este hecho antiintuitivo juega en contra de la mayor parte de los inversores cuya aversión a las pérdidas y la confusión entre éstas y volatilidad afectan negativamente a su proceso de toma de decisiones financieras.
QUINTO. El promedio del coste monetario puede mejorarse sensiblemente, sobre todo de cara a plazos más breves, si éste se realiza de manera progresiva, esto es, invirtiendo más dinero de forma escalonada y durante el tiempo que sea necesario una vez y sólo una vez que se ha constatado la presencia de un período bajista, puesto que la táctica que se emplea es de tipo REACTIVO, esto es, el inversor actúa siempre pero sólo reacciona invirtiendo más cuando constata las circunstancias que justifican una mayor aportación. Al invertir de manera progresiva el inversor aprovecha con mayor intensidad los períodos bajistas de mercado con la consecuencia a más corto plazo de reforzar su inmunidad contra las pérdidas si su intención es desinvertir en un plazo más bien corto al mismo tiempo que eleva su rentabilidad futura y el capital ahorrado y acumulado si, por el contrario, su objetivo es desinvertir en el largo plazo.
SEXTO. La inversión indexada, tanto lineal como progresiva, no se fundamentan en la posesión de conocimientos técnicos extraordinarios respecto al funcionamiento de los mercados o la tenencia de información privilegiada o el continuo seguimiento de la actualidad bursátil sino que se basa en rasgos de temperamento y carácter consistentes en una separación casi ascética de la actualidad financiera y económica y en el desarrollo de hábitos de paciencia, constancia y disciplina que se mantienen contra viento y marea en todo tipo de entorno económico-bursátil. El inversor pasivo indexado ni es ni pretende ser más listo que los demás. Su objetivo no es ese. Su objetivo es ser el más disciplinado porque concentra sus esfuerzos en la consecución de la victoria final, en ganar la guerra, mientras que no le importa perder todas o casi todas las batallas. Su aliado principal no es un nivel de conocimientos bursátiles elevados sino el tiempo y la disciplina en sus aportaciones, tanto si son lineales como progresivas.
SÉPTIMO. El inversor debe tener claro desde el principio que la inversión, sea del tipo que sea, se basa en el ahorro y la planificación futura. Es responsabilidad suya determinar con prudencia cuánto puede y cuánto no puede dedicar a la inversión considerando estas cantidades como indisponibles hasta su futura desinversión para ser dedicadas al fin para el cual fueron adscritas en el pasado.
Cerrando el primer círculo
Somos grandes partidarios de la indexación porque somos feroces forofos de la libertad individual y del progreso de la sociedad. Ambas cosas van unidas irremediablemente a un mayor nivel de independencia financiera por parte de los ciudadanos. Por eso, la indexación se configura como un instrumento ideal para que todos ahorren y creen un patrimonio que esté a su servicio.
No obstante no deja de ser cierto que el fenómeno de reversión a la media hace que lo que a tan largo plazo podamos esperar de esta herramienta implacable tenga unos límites que oscilen según el período entre un 8%-10% compuesto anual sin contar la tajada tributaria. De ahí que el inversor que quiera obtener más debe estar dispuesto a trabajar y esforzarse y aprender mucho, muchísimo más que el indolente pero eficiente inversor pasivo. Esto es algo en lo que insistimos constantemente a nuestros suscriptores de la Cartera Value, cuyo perfil es el del inversor activo y dinámico orientado al largo plazo, trabajador y estudioso que se esfuerza por aprender y mejorar en su afán por batir al mercado. Cosa que no es nada fácil.
En este post el lector ha podido comprobar a través de un ejemplo muy didáctico el inmenso poder de la disciplina, herramienta psicológica fundamental de todo inversor, en combinación con la sencilla que no fácil estrategia y tácticas de la indexación. Recuerde lo que dicen los afganos de nosotros: “vosotros tenéis los relojes, nosotros tenemos el tiempo.” Aprenda de ellos y de su cruel sabiduría.
El inversor indexado no necesita consultar su reloj, como el especulador o el trader. Ellos son, casi todos, esclavos del tiempo. El inversor indexado no mira la hora porque el tiempo ya le pertenece.
Desde luego nadie puede cuestionar la validez y eficacia de este método de inversión, pero creo que, sin contradecir todo lo que aquí se dice, es importante remarcar que, si bien para los primeros años de inversión este sistema supone una estrategia de entrada excelente, una vez que llevamos tiempo invirtiendo periódicamente sí que vamos a sufrir severos drawdowns.
Por ejemplo, entre 2008 y 2012, bien es cierto que todo lo que invertamos siguiendo el método se conservará al final, y por supuesto más adelante supondrá plusvalías, pero todo el capital que tengamos invertido de antes sufrirá el -28 % sí o sí. Después se recuperará con el tiempo, pero ese golpe en ese momento no nos lo quitará nadie.
Hola. Evidentemente es cierto lo que dices. El ejemplo de este post va destinado a ejemplificar el enorme poder protector del promedio del coste monetario, sobre todo el progresivo, en entornos bursátiles muy hostiles. Si bien es verdad lo que afirmas y es algo a tener en cuenta en los planes de desinversión del aportante no deja de ser menos cierto que el tiempo y la constancia constituyen las dos herramientas que minimizan los coyunturales, e inevitables, vaivenes bursátiles tal como vimos en los post anteriores al examinar la performance del IBEX a 20 años. Un saludo!
Muchas gracias por vuestros artículos, los he seguido todos y a mi me habéis convencido totalmente.
No me ha quedado muy claro si recomendáis o no que uno de los índices sea el IBEX. Si tengo la certeza con el S&P y con el EUROSTOXX50, ¿suficientes o mejor añadir uno más?, ¿DAX mejor que IBEX?.
¿Se podrían hacer las aportaciones mensuales, en lugar de anuales con el método progresivo?, ¿tendría que ver qué ha hecho el índice el mes anterior para este mes aportar X o 2X… o el método sólo es para aportaciones anuales viendo lo que ha hecho el índice el año anterior e ir guardando las cantidades mensuales en una cuenta o depósito hasta que toque la aportación anual?
Gracias de nuevo y felicidades por vuestro excelente trabajo, hay pocas webs tan útiles y claras.
Hola y muchas gracias. Ni recomendamos ni dejamos de recomendar el IBEX. Tan sólo nos parece un índice lo suficientemente representativo como para indexarse a él siempre y cuando cuente con el refuerzo del S&P y EUROSTOXX o equivalentes. Las aportaciones se pueden realizar bajo cualquier parámetro temporal (mensual, trimestral, semestral, anual) y bajo los mismos criterios de aportación, tanto lineal como progresiva, siempre y cuando exista regularidad y constancia en el procedimiento de inversión. Un saludo!
Que fondo considera Vd. que es el adecuado. No conozco ninguno que abone los dividendos.
saludos y gracias
Hola. La mayoría de los fondos son de capitalización y no de reparto, por lo cual el dividendo debe reinvertirse. Personalmente usamos los de ING aunque consideramos que su comisión de gestión es elevada para un fondo índice aunque sí es cierto que más baja que la de los fondos de gestión activa. Por otro lado puede usar el buscador de fondos de Morningstar y leer las fichas para encontrar aquel que mejor se adapte a sus preferencias y gustos. Un saludo!
Buenas,
Excelentes entradas y estupenda información. Además contado muy amenamente y de facilísima comprensión. Agradecer a este blog tan interesante información.
Saludos
Hola y muchas gracias a ti por leernos. Un saludo!
Enhorabuena por los artículos, muy interesantes e ilustrativos.
Me preguntaba, dado que el capital generado sufre al completo las bajadas del índice y con el tiempo se le supone mucho más importante que las aportaciones anuales, por lo que su efecto queda “limitado”, si ¿no sería posible alguna estrategia combinada con el método, que preservara el capital, sin desvirtuarlo?
Hola y muchas gracias. No creemos que sea necesaria una estrategia de tal tipo si el período de inversión es suficientemente largo. Además, una estrategia así implicaria de hecho una táctica proactiva cuando la esencia de la indexación es la postura reactiva. Saludos!
Les felicito por su divertido a la vez que riguroso e interesante blog.
Gracias a usted por leernos. Intentamos pasárnoslo bien. Saludos!
Leyendo los últimos post sobre fondos indexados he recordado un libro que recomendó el bloguero Niko Garnier en Inbestia: INDEPENDIZATE DE PAPA ESTADO…El autor del mismo recomendaba varios de esto fondos. Concretamente él utilizaba dos que eran AMUNDI INDEX EQUITY WORLD con una comisión del 0,15 y AMUNDI INDEX EMERGING MARKETS con 0,30 de comisión. Solo quería reseñarlo, con el permiso de los autores de este blog, por si alguien estaba interesado en ampliar su información sobre este tipo de fondos. Gracias y saludos.
Hola y muchas gracias por tu aportación. Efectivamente, Amundi trabaja la indexación en múltiples mercados y es una de las gestoras más reputadas en ese aspecto. Se pueden consultar sus fondos y performance en Morningstar. Un saludo!
Les felicito por vuestros artículos y comentarios. A mondo de resumen en la serie sobre la inversión pasiva, parece ser que todo puede resumirse en que lo primero que debemos hacer, si realmente queremos ser inversores y sobre todo ganar dinero, es pedir cita con el psicólogo. Debemos pedirle que deseamos controlar nuestro cuerpo y mente para que nos quiten la hiperactividad. ¡Yo pensaba que dicha dolencia sólo se diagnosticaba a edades tempranas.
Hola y muchas gracias. Jajajajaja Bueno, pues no. Esta dolencia se manifiesta también a edades más avanzadas. Un saludo!
Recientemente he encontrado su página y ahora todas las semanas leo sus estupendos artículos. Soy un inversor tranquilo (pasivo) y me identifico plenamente con la indexación. Estoy valorando practicar “la indexación progresiva de carácter reactivo” en un periodo de tiempo mensual, pero necesitaría saber las variaciones mensuales de los principales índices (Ibex, Eurostox50, S&P) tanto solos, como con dividendos. ¿hay algún sitio fácil y ágil donde encontrar estos datos? Muchas gracias por sus enseñanzas.
Hola y muchas gracias. Suele ser suficiente con ver en los datos que le suministra su fondo cuál ha sido la variación mensual de rentabilidad. Si ha sido positiva, pues X. Si lo ha sido negativa, pues 2X. La indexación progresiva mensual funciona de la misma manera que la anual. Un saludo!
Gracias por tan magnífico y divertido blog. Se lo he recomendado a mis amigos. Explicáis las inversiones desde otro punto de vista muy ameno.
Buscando un índice global, el más amplio y diversificado que he encontrado ha sido este ETF: Vanguard Total World Stock Index Fund ETF (VT) ¿Os parece un producto adecuado para permanecer invertido en todo el mundo en un plazo de 20 años? Yo también suelo operar con los fondos indexados de ING, pero este ETF de Vanguard me parece el más completo, pues abarca todo el planeta. Me gustaría conocer vuestra opinión. El hecho de que esté en dólares, al ser mi objetivo a largo plazo no creo que sea un inconveniente.
Hola y muchas gracias. No conocemos el producto aunque sí sabemos que Vanguard, de la mano de John Bogle, es una de las casas más prestigiosas y económicas del mundo indexado. Los ETFs y fondos indexados de Vanguard han sido recomendados muchas veces por W. Buffett. Personalmente, por ahora, preferimos los fondos a los ETFs porque los primeros son traspasables y porque además se acomodan mejor a las aportaciones mensuales periódicas. De todas maneras una indexación al “mundo” o al MSCI World es tan aconsejable como otra al S&P500. ING podría y debería mejorar el coste del producto si bien es cierto que para los clientes del banco que tienen allí su nómina resulta muy cómodo invertir a través de esta entidad. Un saludo!
Hola,
Me habéis abierto los ojos a la indexación progresiva de carácter reactivo y hoy le he impuesto los primeros euros a mi niña en 3 fondos indexados de ING al IBEX35, EurostoXX50 y SP500. Así que ante todo me gustaría daros las gracias por vuestro blog, que para mí se ha convertido en un referente.
También he estado comparando las rentabilidades a un mes que salían en la página de ING con las revalorizaciones de los índices reales al mismo tiempo. Las rentabilidades del índice Español y Europeo eran bastante similares a las revalorizaciones (positivas o negativas de los índices). Sin embargo, la rentabilidad del índice americano no tenía nada que ver con la rentabilidad del fondo que lo replica. He llamado a ING y me han dicho que esto es por efecto del cambio de moneda.
Después de jugar un rato con excel he llegado a la conclusión de que para calcular la rentabilidad hay que tener en cuenta el cambio USD/EUR en la fecha de hoy y el cambio EUR/USD de hace un mes.
Lo cual me deja un poco desconcertado en la estrategia a seguir mes a mes en los fondos indexados pero con los valores subyacentes en otra divisa. Si hablamos en Euros y el fondo baja, es porque las acciones han bajado y tienen un precio mas atractivo. Entonces aportamos 2X. En cambio en el caso del fondo americano, a fecha 18 de mayo nos da una rentabilidad de -3,71% a un mes. Nos encontramos con que durante este mes las acciones americanas han subido marcando récords semana tras semana y nuestro euro se deprecia, con lo cual las acciones que ya están caras me costarán mas euros que el mes pasado.
La lógica me dice que ahora no debo doblar en el índice americano. ¿Estáis de acuerdo? Si es así, ¿cuándo doblar? Se me ocurre que podría ignorar la rentabilidad del fondo y doblar únicamente cuando el índice real baje con respecto al mes anterior, ignorando el efecto cambiario y presuponiendo que con el paso del tiempo se reequilibrará. Se me ocurre también que puedo hacer la aportación periódica con el valor de los euros calculado en dólares y meter siempre la misma cantidad de dólares con mis euros. Aunque creo que descartaré esta última opción, a menos que me deis un argumento bueno para no hacerlo porque de otra manera tendría que calcular mes a mes lo que impongo y dar la orden manualmente.
Un saludo para vosotros y el resto de lectores del blog.
Hola y muchas gracias. Bueno, quien debería darnos realmente las gracias es ING. Aún estamos esperando por el cheque. Respecto a tu duda, lo cierto es que pueden valer las dos opciones. Por comodidad, personalmente usamos la referencia de rentabilidad del fondo pero sería más correcto usar la rentabilidad real del S&P500. Este año tan sólo ha subido un 3 y pico por ciento. En enero bajó, en febrero subió. en marzo bajó, en abril subió. Aunque está en zona de máximos, STOXX50 e IBEX35 lo han hecho claramente mejor. No obstante si su plazo de inversión es muy largo (plan hij@) estos matices no dejan de ser nimiedades. Un saludo!