¿ES CULPABLE JOSE MARÍA ÁLVAREZ-PALLETE DEL BAJO PRECIO DE LAS ACCIONES DE TELEFÓNICA?

by in Opinión y Actualidad, Principios de Inversión 15/11/2020

¿ES CULPABLE JOSE MARÍA ÁLVAREZ-PALLETE DEL BAJO PRECIO DE LAS ACCIONES DE TELEFÓNICA?

En marzo de 2016 José María Álvarez-Pallete López sustituyó como Presidente de Telefónica al veterano César Alierta, en el cargo desde el año 2000. Previamente, desde septiembre de 2012, Álvarez-Pallete ejerció como Consejero Delegado. Pero fue catorce años antes, en 1999, cuando el actual presidente se incorporó al Grupo Telefónica, como Director General de Finanzas de Telefónica Internacional. A partir de ese momento ha continuado escalando posiciones dentro de la empresa ocupando diferentes puestos de gran responsabilidad, tales como Presidente Ejecutivo de Telefónica Internacional, de Telefónica Latinoamérica o Telefónica Europa. Dicho de otra manera, Álvarez-Pallete, es un “hombre de la casa”, “de dentro”, con más de 20 años de experiencia en el sector ejerciendo cargos de gran responsabilidad en la principal compañía de telecomunicaciones española. Es decir, que podemos presuponer en el actual presidente no sólo la formación adecuada en el sector y en Telefónica sino, además, un alto grado de experiencia en ambos.

¿ES CULPABLE JOSE MARÍA ÁLVAREZ-PALLETE DEL BAJO PRECIO DE LAS ACCIONES DE TELEFÓNICA?

En el último informe trimestral presentado por la compañía, el valor contable por acción asciende a 2.04€ y los beneficios por acción a unos 0.13€. En el período 2016-2019, los beneficios medios por acción han sido aproximadamente de 0.45€ y el dividendo medio de 0.40€, más o menos, si bien los resultados del 2019 no fueron demasiado satisfactorios. Pongamos, no obstante, que el típico accionista de Telefónica tiene naturaleza rentista y espera que la compañía muestre una cierta estabilidad tanto en los beneficios como los dividendos. Digamos que se conforma con que vaya ganando unos 2.500 millones al año y reparta entre los accionistas unos 2.000. También espera que la cotización de las acciones mantenga cierta estabilidad y que los beneficios y dividendos de Telefónica se coticen a unos múltiplos razonables. No espera demasiado crecimiento así que se muestra muy conservador y entiende que tanto los beneficios como los dividendos de la empresa coticen, por ejemplo, a no más de 8€ pero tampoco a menos de 6€.

Sin embargo, desde que el nuevo presidente ha tomado las riendas del Grupo Telefónica lo cierto es que las acciones se han desplomado y, además, lo han hecho desde antes de la crisis del coronavirus, ya desde 2017-2018. Tan bajo han caído que han llegado a venderse relativamente cerca del valor contable de la empresa, a 2.794€, algo realmente inusual en una teleco, cuyos activos “solían” valorarse en 3 o 4 veces ese valor contable. Todo esto sucede, aparentemente, sin que el accionariado relevante de la entidad (CaixaBank y Blackrock, cada uno con casi el 5% de las acciones, y el BBVA, con casi el 7%) hagan gran cosa. Quizá, la propia y pésima evolución de sus acciones, en el caso de los dos bancos, les haya “distraído.” No debiera ser así, habida cuenta de la necesidad imperiosa de que sus “otros activos” se revaloricen, contribuyendo a “rescatar” sus propias y maltrechas cotizaciones, pues pudiera ser que alguien creyera que los bancos debieran cerrar como negocios operativos y ser liquidados sus bienes al tiempo que sus directivos son despedidos.

Álvarez-Pallete debe interesarse por el precio de mercado de las acciones de Telefónica

Los directivos suelen evitar las cuestiones referentes a la cotización de las acciones de las empresas que dirigen con ayuda de ese principio consagrado por el tiempo de que los precios del mercado no son un asunto de su incumbencia. Es cierto que los ejecutivos de una empresa no son responsables de las fluctuaciones del precio de sus productos financieros, pero eso no es lo mismo que decir que los precios de mercado nunca deben ser una preocupación de la dirección. Esta idea no solo es equivocada, sino que tiene el defecto añadido de ser absolutamente hipócrita. Está equivocada porque la capacidad de los productos financieros de ser negociables es una de las cualidades principales que se consideran a la hora de comprarlos. Sin embargo, esta capacidad no debe presuponer solo el lugar donde han de venderse sino también la oportunidad de venderlas a un precio justo. Para los accionistas es tan importante que puedan obtener un precio justo por sus acciones como que los dividendos, beneficios y activos se mantengan e incrementen. De ello se deriva que la responsabilidad de la dirección para actuar en interés de sus accionistas incluya la obligación de evitar que sus productos financieros tengan, en la medida de sus posibilidades, tanto unos precios absurdamente altos como unos precios excesivamente bajos.

Es difícil no perder la paciencia ante la actitud santurrona de muchos ejecutivos corporativos que declaran no conocer siquiera el precio de mercado de sus productos financieros. No debe ser el caso de Álvarez-Pallete, Presidente del Grupo Telefónica, quien adquirió en mayo de este año 100.000 acciones a un precio de 4.19€ y otras tantas en agosto a 3.52€. En 2019, pagó 5.98€ por otro paquete similar de títulos. Así consta en los registros de la CNMV. ¿Cuál es el precio justo de las acciones de Telefónica según su Presidente? ¿Cuánto vale, en una aproximación razonable y conservadora, el Grupo Telefónica? ¿Los casi 6€ que pagó en 2019 o los poco más de 3.5€ que abonó en 2020? ¿No merecería el accionista de Telefónica saberlo “aproximadamente”? Al fin y al cabo, es tan dueño de la empresa como su Presidente, por mucho que él, sin peso significativo en el capital, parezca actuar como único propietario o co-propietario en compañía de los dos bancos antes citados. Un problema, por cierto, nada moderno.

No es una novedad, sino un reconocimiento con sentido común de cómo son las cosas, lo que nos invita a recomendar que el Presidente de una de las empresas más importantes de España, el señor Álvarez-Pallete, asuma como un deber la observación del precio del mercado de sus productos financieros y que se esfuerce en corregir las discrepancias evidentes, de la misma manera que se empeñaría en remediar cualquier otra situación contraria a los intereses de los accionistas, de quienes es empleado y no jefe. De no existir tales “discrepancias” tendríamos entonces que deducir que las últimas compras del Presidente no tienen ni pies ni cabeza en lugar de pensar que, por lo menos, Telefónica vale 6€ por acción.

En mayo del presente año Álvarez-Pallete recibió el premio Ecofin a “Financiero del año 2020.” Pero previamente, en 2017, la revista Forbes reconoció a José María Álvarez-Pallete como el mejor CEO de las empresas que cotizaron en España en 2016. En 2019, recibió el premio “Directivo del Año” en la categoría de Gran Empresa por la Asociación Española de Directivos y también el premio al Líder Empresarial del Año (Business Leader of the Year), que otorga la Cámara de Comercio España-Estados Unidos, en reconocimiento a su visión y liderazgo al frente de la compañía. Nadie pone en duda el merecimiento de estos y otros galardones, reconocimientos todos ellos no acompañados por la evolución de la cotización de las acciones de Telefónica.

Nadie debería dudar tampoco de que los buenos directivos consiguen buenas cotizaciones para sus acciones de la mima manera en que ponen el mejor de sus empeños en mantener e incrementar los beneficios, dividendos y activos de las empresas que gestionan.

@mellizonomics & @quietinvestment

Fuente: Security Analysis, Benjamin Graham, 1940

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