EL TIRANO NARANJA O EL BENCHMARK A BATIR…LE PESE A QUIEN LE PESE
EL TIRANO NARANJA O EL BENCHMARK A BATIR…LE PESE A QUIEN LE PESE
Antes de convertirse en el archiconocido ING Direct Fondo Naranja Standard & Poor´S 500 FI este instrumento se denominaba ING DIRECT FONDO NARANJA Renta Variable Global FI y consistía en realidad en un fondo de fondos cuyo origen se remontaba hasta finales del año 2000. No será hasta junio del 2005 en que modifique su política de inversión para convertirse en un fondo índice de renta variable internacional USA cuyo propósito es replicar al todopoderoso Standard’s & Poor’s 500, el benchmark de referencia de Estados Unidos y, por supuesto, del resto del mundo.
Durante mucho tiempo esta fue una de las muy contadas ofertas de indexación de las que dispuso el inversor retail español. Aunque ahora “todo el mundo está indexado a todo el mundo”, “yendo a largo plazo”, “comprando el mundo y echándose a dormir”, lo cierto es que la oferta indexada en España no empezó a cobrar vida hasta que los robo advisors hicieron su aparición. El primero fue Feelcapital a mediados de 2014 y pronto le siguieron otros, ahora muy conocidos, como Indexa Capital en 2015, Finizens en 2016, Finanbest, Inbestme y MyInvestor en 2017, etc.
Aunque los postulados de John C. Bogle ya eran conocidos en España, al contrario que en los Estados Unidos y otros lugares donde la cultura financiera no está tan arrinconada y la industria financiera no es tan mezquina, lo cierto es que la posibilidad práctica de indexarse a una gran variedad de productos de gestión pasiva llegó mucho más tarde. Es decir, la democracia financiera lleva funcionando en nuestro país un par de telediarios. O, lo que es lo mismo, quienes afirman haber comprado el mundo e ir a largo plazo lo llevan haciendo desde ayer. Salvo unos pocos, como los clientes de ING Direct.
El ING Direct Fondo Naranja Standard & Poor´S 500 FI es, por tanto, un fondo índice muy veterano para lo que es España. Por años completos nos ofrece una performance de 16 años (2006-2021) y sirve, pues, como referencia comparativa a largo plazo con cualquier otro fondo de inversión en renta variable de acciones, invierta en el lugar que sea y en el tipo de empresas que sea. El rival de la gestión activa no es el benchmark específico que los gestores de un fondo o las casas de análisis estimen como el más cercano a su política de inversión, sino la indexación general representada por el MSCI World o el MSCI ACWI, así como por el SP500, que es mucho más que el índice bursátil de referencia de los Estados Unidos, nos guste o no nos guste.
Todas estas clasificaciones geográficas, sectoriales o de tamaño, toda esta especialización de la industria financiera está bien como entretenimiento, pero nada más. Desde el momento en el cual el inversor tiene unas expectativas de rentabilidad basadas en la indexación que se pueden cifrar históricamente en los alrededores del 10% compuesto anual, a veces por encima y a veces por debajo, o entre el 5%-7% compuesto anual en términos reales, la única finalidad EN TÉRMINOS DE RENTABILIDAD de la gestión activa no es otra que batir esas expectativas. Del “politiqueo” de las categorías, clasificaciones, tipologías y un largo etcétera opinamos lo mismo que Jason Zweig en sus comentarios a El Inversor Inteligente, es decir:
“Aunque delante del público estas clasificaciones son tratadas con el máximo respeto, en privado la mayor parte de los profesionales de la inversión las tratan con el mismo desprecio que normalmente se reserva para los chistes que no tienen maldita la gracia.”
Al hilo de los posts sobre los resultados de algunos de los fondos value españoles, de nuevos y viejos gestores, tales como True Value, Valentum, Magallanes y AzValor, se nos ha criticado legítimamente por haberlos comparado con el monstruo naranja de ING Direct. Pero nuestra postura es muy clara, tal como queda expuesta arriba. El ING Direct Fondo Naranja Standard & Poor´S 500 FI no es sólo un benchmark teórico, sino también un benchmark práctico, es decir, existe y es real. El inversor puede invertir en él sin barreras de entrada ni salida. Para el cliente de ING representa además comodidad y accesibilidad. Sus resultados son reales y un inversor real del mundo real, no del mundo Excel, ha podido invertir en él en lugar de en otros fondos. Tiene veteranía y está ahí para que comparemos lo que un inversor, el más perezoso, despreocupado y vago de todos, hubiera podido lograr “en lugar de.”
Actualmente, existen alternativas indexadas mucho más económicas que este producto. ING lleva detenida en el tiempo desde 2005 mientras que, por el contrario, el “mundo indexado español” ha evolucionado mucho desde 2014 hasta ahora. Los gastos generales del fondo ascienden a un 1.10% sobre patrimonio, una barbaridad si los comparamos con otros instrumentos similares, como el Vanguard U.S. 500 Stock Index Fund Investor EUR Accumulation. De media, la diferencia en 16 años entre uno y otro instrumento asciende a 0.93 puntos porcentuales. Es la diferencia entre una rentabilidad compuesta anual en términos nominales del 10.29% y otra del 9.37%. Es comprensible que ING no haya modificado sus costes durante muchos años debido a la falta de competencia. El banco naranja comercializa el fondo, aunque la gestora es Amundi España. Son dos a repartir. No obstante, la irrupción de competencia real hubiera debido provocar un cambio que no ha sucedido. Aún asumiendo que la comodidad para quien tiene sus “otras cosas” en la entidad naranja merece un precio, la verdad es que un 1.10% sobre patrimonio es excesivo.
No obstante, de acuerdo al último informe semestral depositado en la CNMV, el número de partícipes asciende a 33.379 y el patrimonio gestionado a más de 834 millones de euros. Ambos en cifras históricas máximas. El patrimonio medio por partícipe suma unos modestos 25.000€, pero no sabemos cuál es el patrimonio por partícipe más habitual. Quizá por eso tu “banco amigo” no haya tenido prisa ni parece que vaya a tenerla ahora en reducir esos gastos generales.
Que ese patrimonio medio de 25.000€, no muy elevado, y esa cifra de partícipes, que no está nada mal, sean representativos de un inversor con pocos recursos que, a pesar de todo, ha decidido invertir de manera real en la vida real frente a otras alternativas activas, merece todo nuestro respeto. Y debiera merecerlo también por parte de los gestores activos, cuya misión es obtener a largo plazo una rentabilidad superior a la que un fondo de inversión índice poco eficiente en costes, pero con una larga performance de años a sus espaldas, ha ofrecido.
A la gestión activa se viene a batir a la indexación general. No a la teórica, sino a la indexación práctica, la disponible para todos. A eso se viene. No a ver vídeos, ni a leer informes eruditos, ni a aplaudir en las conferencias de partícipes. Se viene a por más rentabilidad. Eso es todo. Es lícito verlo de otra manera, pero al final no contratamos a un profesional para adorarle y defenderle de las críticas en RRSS, sino para que haga bien su trabajo a largo plazo. Y hacer bien su trabajo a largo plazo es batir, por ejemplo, al monstruo naranja.
Un monstruo que nos permitirá próximamente plantear un escenario histórico de cómo ha podido ser la experiencia indexada de un inversor modesto en el mundo real. Y, por tanto, de cómo podría serlo también en el futuro.
@mellizonomics & @quietinvestment
Excelente post como siempre. Gracias por vuestro trabajo Santiago y David. Un saludo
Hola. Gracias a tí. Saludos cordiales.