DEL DORADO AL HOLOCAUSTO CANÍBAL. OPVs, OPSs, LISTINGS Y DEMÁS CASQUERÍA DESDE 2006 A 2018 (2) ¿QUÉ HA PASADO CON LAS SALIDAS A BOLSA DEL 2006?
El año 2006 es, junto con el 2007, el más prolífico en nuevas salidas a bolsa de la historia reciente del mercado bursátil español circunscrito al Mercado Continuo. Corrían buenos tiempos en Hispania y nadie quería parecer tonto mientras no dejaba de escuchar a familiares, amigos y compañeros de trabajo cómo se forraban en bolsa después de haberse hipotecado a 30 años, con vacaciones y coche nuevo incluidos en el lote. ¡Qué tiempos aquellos!
A continuación, mostramos la lista de las 11 nuevas empresas que vieron la luz bursátil en 2006:
En la primera columna del cuadro, de izquierda a derecha, tenemos el nombre de la nueva compañía. A continuación, la fecha en la que efectivamente empezaron a cotizar sus acciones y después el tipo de operación a través de la cual se produjo su alumbramiento en los parqués. Finalmente, cierra el cuadro una columna con varias observaciones.
De estas 11 nuevas entidades quedan vivas 8. Algunas gozan de buena salud, como GRIFOLS. Otras se conservan bien, como TÉCNICAS REUNIDAS. Las hay que se debaten entre la vida y la muerte, como GALQ. E incluso se perciben resurrecciones tras largos años en coma, tal es el caso de VOCENTO. No faltan los cambios de denominación, quizá para espantar los fantasmas del pasado, como QUABIT, la antigua ASTROC. Hay, pues, de todo. Y por supuesto también tenemos muertos, como VUELING, PARQUESOL y RIOFISA.
De las 11, 10 han venido al mundo de la bolsa a través de una OPV, una OPS o una combinación de ambas. No es el caso de ARCELOR MITTAL, que comienza su andadura en 2006 fruto de la fusión de MITTAL STEEL y ARCELOR, previa OPA de la primera a la segunda. Quizá el lector opine que esta empresa no debiera figurar en la lista de arriba. El tema puede ser polémico y hay buenas razones tanto para incluirla como no. Aquí la hemos dejado como “nueva empresa” pero entenderíamos que alguien no estuviera de acuerdo.
¿Cuál ha sido pues la performance bursátil de estas compañías desde el punto de vista del comprador original de las acciones que haya decidido conservarlas hasta ahora? (Véase post anterior en relación a los términos de la comparación de rentabilidades).
Comencemos con esta carnicería:
RENTA CORPORACIÓN es la primera en aparecer. Arroja pérdidas monstruosas, superiores al 84%:
La empresa parece repuntar desde el 2015 aunque de poco consuelo le sirve ahora al comprador de 2006:
PARQUESOL se vendió a 23€ y su último precio fue de 7.5€, antes de ser devorada definitivamente por el G.E. SAN JOSÉ en 2009 (con pésima digestión) quien previamente la había opado ya en el mismo año de su salida a bolsa, 2006, a 23.10€ el título. Quien no vendiera antes habrá seguido los avatares bursátiles del grupo gallego a partir de aquel año, como veremos próximamente. De partida, más de un 67% de pérdidas.
GRIFOLS es la única gran triunfadora de las OPV-OPS del año 2006. Incluidos los dividendos su rentabilidad es brutal, 1094%, es decir, más de un ¡21%! compuesto anual para casi 13 años de cotización:
QUABIT, otrora ASTROC, ofrece un gráfico demoledor y lo ha perdido casi todo:
Tras muchos avatares (y ampliaciones de capital) parece que se recupera:
No es el caso de GALQ, auténtico zombie cotizado, que se deja un 98%:
De los últimos 7 años 6 se los ha pasado con patrimonio neto negativo:
TÉCNICAS REUNIDAS arroja una rentabilidad total acumulada con dividendos de más del 127%. Parece mucho, pero en casi 13 años significa un 6.52% compuesto anual, a años luz de Grifols:
Lo mismo puede decirse de BOLSAS Y MERCADOS, con un 109% o un 5.83% compuesto anual. De hecho, el precio de las acciones de BME cotiza por debajo del de la OPV, que fue a 31€. De no ser por la naturaleza eminentemente rentista de esta entidad el inversor habría perdido parte de su capital inicialmente invertido:
RIOFISA es el gran pelotazo de 2006 pues será opada un año después por INMOBILIARIA COLONIAL (con digestión tan mala como la de Parquesol para G.E. San José). A 18€ salió a cotizar en julio de 2006 para dejar de hacerlo en diciembre de 2007 después de que Colonial pagara 44.31€ por las acciones. Algunos, pocos, se embolsaron una rentabilidad del 146% para regarse las penúltimas navidades felices de la bolsa española antes de los avatares funestos de 2008 y ejercicios venideros.
ARCELORMITTAL, empresa cíclica por naturaleza, tampoco da demasiadas alegrías y parece que su ciclicidad o “ciclismo” es eterno:
VOCENTO, víctima clara de la disrupción en el sector de los medios de comunicación, se deja casi un 91%:
Reorganizados sus activos y con poca deuda parece que ahora vuelve a ganar dinero y gestores bien conocidos por todos, como FG Paramés, vuelven (de nuevo) a confiar en ella:
Finalmente, VUELING se colocó a 30€ para ser opada por IAG, fusión de IBERIA y BRITISH AIRWAYS, en 2013 a 9.25€ dejando con cara de haba a los compradores originales y su depreciación del, nada erótico en este caso, 69%. Un “timofónica” aéreo.
¿Cuál es, pues, el balance de todas estas operaciones? He aquí un buen resumen:
De 11 batallas hay 7 claras derrotas, tanto “ajustadas” como “sin ajustar.” Renta Corporación, Parquesol, Quabit, GALQ, Arcelor Mittal, Vocento y Vueling son claros fiascos para quien acudió a la OPV/OPS u operación similar. El resultado es desolador para el inversor entusiasta de las nuevas empresas. Porcentualmente supone que un 64% de estas operaciones/perpetraciones han fracasado a largo plazo.
A continuación, tenemos dos empates o victorias pírricas si así prefiere el lector llamarlas. Se trata de Técnicas Reunidas y Bolsas y Mercados. La primera se apuntaba una revalorización del 6.52% compuesto anual y la segunda del 5.83%. El caso de BME es especialmente curioso porque las acciones, como antes señalamos, todavía cotizan por debajo del precio de colocación en bolsa, que fue de 31€. Sin embargo, se trata de una empresa muy rentista, de claro reparto, que distribuye prácticamente la totalidad de sus beneficios y flujo de caja en forma de dividendos. De ahí que su rentabilidad ajustada sea positiva.
Sin embargo, si hablamos de victorias pírricas lo hacemos porque tanto TRE como BME no lo hubieran hecho mejor o mucho mejor que el SP500 Total Return. Desde 2006 hasta 2018 éste ha proporcionado una rentabilidad compuesta anual del 7.75%, por debajo de su media histórica del 9%-10% nominal (6%-7% real). Aún con esta underperformance en relación a sí mismo probablemente la indexación al SP500 TR hubiera producido mayor rentabilidad que las acciones de BME y TRE. Quiere esto decir que hemos acabado en positivo con ellas pero que “no ha valido la pena ni, sobre todo, el riesgo” en comparación con lo que ha ofrecido el benchmark de referencia mundial. Es decir, que de las 11 nuevas comparsas del Mercado Continuo aparecidas en 2006 más del 80% han sido un fiasco absoluto o, en el mejor de los casos, una decepción.
Por tanto, sólo tenemos 2 contundentes victorias y una de ellas, Riofisa, ya pasó. Grifols ha sido la única operación realmente buena a largo plazo para el adquirente original de las acciones. Su rentabilidad es extraordinaria y responde a lo que cualquier inversor busca idealmente en este tipo de operaciones. El éxito de Grifols frente al fracaso absoluto de 7 empresas y la decepción de 2, con el único consuelo rápido de 1 compañía, cimentan en el subconsciente del inversor el peligroso sesgo de supervivencia. Sin embargo, 2006 constituye un claro ejemplo de lo difícil que es “acertar” en una OPV/OPS y no hace más que remarcar las pocas probabilidades de éxito que en este propósito acompañan al inversor ávido de encontrar la aguja en el pajar en vez de comprar todo el pajar.
En definitiva, el año 2006 nos legó nuevos inquilinos en el Mercado Continuo, pero para el comprador primigenio de las acciones en OPV, OPS o ambas los resultados son estrepitosamente malos, con depreciaciones que suponen pérdida permanente del capital invertido. El inversor debiera aprender de estas hecatombes y procurarse alguna manera sensata de no meter el pie en estos cepos. Por ejemplo, dejar de soñar con dar pelotazos y encarar las nuevas salidas a bolsa con prudencia y, sobre todo, fuerza de voluntad pues en ocasiones es más difícil decir no que sí.
El problema de las OPVs/OPSs y operaciones similares es el sesgo de supervivencia o el grave error lógico de centrarse en las empresas que han sobrevivido exitosamente en su periplo bursátil (la minoría) mientras se ignora a las que sucumbieron (la mayoría).
Por eso, vamos a proponer una primera recomendación (objetable en los comentarios) que es la siguiente:
“NO ACUDA JAMÁS A UNA OFERTA PÚBLICA DE VENTA (OPV) O A UNA OFERTA PÚBLICA DE SUSCRIPCIÓN DE ACCIONES (OPS) NI ADQUIERA NUNCA ACCIÓN ALGUNA QUE COMIENCE A COTIZAR EX NOVO BIEN A TRAVÉS DE UN LISTING BIEN COMO RESULTADO DE OPERACIONES CORPORATIVAS. EN CONSECUENCIA, NO COMPRARÁ LAS ACCIONES DE LA EMPRESA QUE OBTENDRÁ UNA RENTABILIDAD SOBRESALIENTE, PERO EVITARÁ TODAS LAS ACCIONES QUE OBTENDRÁN RESULTADOS MALOS O DESASTROSOS PUES A PRIORI LAS PROBABILIDADES DE ACERTAR CON LA EMPRESA SOBRESALIENTE SON MUY REDUCIDAS MIENTRAS QUE LAS PROBABILIDADES DE ADQUIRIR LAS ACCIONES DE LA EMPRESA EQUIVOCADA SON MUY ELEVADAS.”
Si esto le ha parecido poco no se pierda la siguiente entrega dedicada a las operaciones realizadas, o perpetradas, en 2007. “La sangre no llegará al río” dicen. Falso.
Correrán ríos de sangre.