APRENDE A INVERTIR CON SABIDURÍA

by in Opinión y Actualidad 13/02/2019

Así se titula el segundo libro de finanzas de David Blanco Galisteo (@dblancodividend) y, de la misma forma en la cual recomendamos la compra (o por lo menos lectura) de su primera obra (Gana dinero en Bolsa como inversor particular) ahora hacemos lo propio con su nueva obra.

Existen muy buenas razones para que cualquier inversor adquiera Aprende a invertir con sabiduría así que vamos a enumerar algunas sucintamente.

En primer lugar, porque Quiet Investment aparece en la dedicatoria. No se puede pedir más. No sólo porque eleva el octanaje de la autoestima sino también porque resulta enormemente satisfactorio el haber servido de inspiración para la obra de otros, sobre todo de inversores particulares que tienen mucho que aportar al conocimiento colectivo. A veces incluso más que los profesionales.

En segundo lugar, porque está escrito en un lenguaje sencillo y accesible para todos los públicos. En ningún momento se enreda en el “farragoneo” financiero. Además, va al grano de lo que quiere comunicar y es relativamente breve a pesar de contar con numerosos ejemplos. Ejemplos, además, sucintos y directos al tema que se está tratando. El autor entiende que el tiempo es oro y no gusta de perderlo en largos circunloquios. Hace bien. Señal de que tiene algo interesante que decir.

En tercer lugar, porque no parte de una perspectiva académica ni tampoco profesional sino de otra completamente personal basada en la experiencia como inversor particular del autor. En este sentido esta obra está muy bien titulada, Aprende a invertir con sabiduría, porque es en este último término donde reside el valor fundamental del libro: en la sabiduría, hija de la experiencia, prima del sentido común, …y menos fácil de aprender que otras materias. Un libro puede condensar datos o conocimientos. Pero cuando condensa sabiduría su valor se acrecienta.

En cuarto lugar, porque es útil. No se puede exigir más a un libro de finanzas. Útil en el sentido de aprender cosas nuevas y, también muy importante, desde perspectivas diferentes. David Blanco es poco amigo de la sobreinformación y la avalancha de datos de todo tipo pues cercenan al final la capacidad de raciocinio del inversor y no le ayudan a tomar mejores decisiones. Aprende a invertir con sabiduría puede consultarse una y otra vez porque su contenido resultará útil en uno u otro momento o al hilo de una u otra circunstancia que asalten al lector.

Nos parecen, pues, 4 muy buenas razones para adquirir este tratado de experiencia financiera que el autor lo ha dividido en 3 partes: Fundamentos de la inversión, de carácter general pero acompañado de ejemplos pequeños, Inversiones a nuestro alrededor, de carácter casuístico, y Sectores complejos, donde se abordan desde un punto de vista desmitificador asuntos de cierta polémica de la mano de ejemplos de alto valor ilustrativo.

David Blanco ha tenido muy buen criterio a la hora de configurar la estructura del libro de esta manera porque, al igual que en un thriller, Aprende a invertir con sabiduría termina en un crescendo que hace muy difícil no terminar su lectura de un solo tirón. De alguna manera consigue una de las cosas más difíciles que atormentan al escritor novel y veterano: enganchar al lector y provocar en él un continuo deseo de continuar leyendo para ver qué pasa después de cada capítulo.

Recomendamos al lector la adquisición de Aprende a invertir con sabiduría no sólo por la simpatía que nos despierta el autor y el mérito que lleva aparejado escribir un libro de carácter financiero al margen de la industria y profesionales del sector, sino también porque resultará útil y rentable al inversor particular, abriéndole la mente a nuevas ideas y perspectivas. Sólo por los capítulos 16 y 17 relativos a los bancos, adjuntando un ejemplo asombroso, vale la pena su adquisición.

Nuestras más sinceras felicitaciones a David Blanco Galisteo por este su segundo (y esperemos que no último) libro. Le deseamos unas buenas ventas y le recalcamos a los potenciales compradores que el dinero empleado en la adquisición de este volumen puede bien ser considerado como una inversión.

Con mucho descuento…y gran valor.

 

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