COBAS ASSET MANAGEMENT, UN IMÁN PARA “HATERS”

by in Opinión y Actualidad, Principios de Inversión 03/11/2020

COBAS ASSET MANAGEMENT, UN IMÁN PARA “HATERS”

Acaba de publicar Cobas AM el informe correspondiente al tercer trimestre de este espantoso ejercicio de 2020. Su contenido más relevante se podría estructurar de la siguiente manera: una primera parte relativa a la filosofía de inversión y otra segunda en la que lo anterior se ejemplifica con las empresas más significativas que actualmente figuran en las carteras de la gestora capitaneada por Francisco García Paramés, cuya última entrevista, por cierto, no ha dejado a nadie indiferente, como suele ser habitual. Se ofrece, además, los potenciales de revalorización de los diferentes FI, un asunto siempre polémico y acreedor de furibundas diatribas tuiteras, y su performance, no muy próspera hasta el momento. La popularidad de Cobas y de FGP se halla actualmente en mínimos y la poco edificante naturaleza humana que se refleja en las RRSS garantiza una recepción plagada de odio africano a este informe, una auténtica declaración de principios con cierto tono reivindicativo.

Y, así pues:

  1. Tenemos afirmaciones un tanto arriesgadas:

“…somos Inversores en Valor porque entendemos que es la única forma de proteger nuestros ahorros a largo plazo y, más, ante escenarios de crisis…”

¿Sólo los “inversores en valor” pueden proteger sus ahorros a largo plazo? ¿Sólo ellos? ¿Seguro que es la única forma?

  1. Definiciones lo suficientemente amplias como para ser correctas y con las cuales es complicado no estar de acuerdo:

“…La Inversión en Valor consiste básicamente en invertir en compañías que valen más de lo que dice el mercado…”

Según Twitter la inversión en valor es la foto de un filete o lo que diga o le parezca que es al tuitero de turno. Su definición hallará refrendo principalmente en el número de seguidores que tenga y no en su correcta o incorrecta formulación.

BAS ASSET MANAGEMENT, UN IMÁN PARA “HATERS”

  1. Comprar empresas baratas basándose en múltiplos bajos, algo de lo que se acusa frecuentemente a Cobas, no es lo que ellos hacen o creen estar haciendo:

“… algunos confunden los conceptos y piensan que la Inversión en Valor es algo que no es… un Inversor en Valor no busca únicamente compañías baratas basándose en múltiplos bajos (“value clásico”). Su objetivo principal es buscar ineficiencias del mercado… el mercado siempre tiende a la eficiencia, pero en ese camino se producen momentos de una valoración incorrecta de algunos activos. Esos momentos son los que tratamos de aprovechar.”

¿Qué hay de malo en comprar empresas baratas a múltiplos bajos o value clásico o deep value? Absolutamente nada (salvo que no sean una ineficiencia del mercado). No hay absolutamente ninguna objeción que realizar a una estrategia de selección de activos coherente y lógica realizada brillantemente. Da igual si se basa en fosos competitivos y está concentrada o en ratios de valor bajos y está diversificada. No existe un solo camino para llegar a Roma. Es verdad que hay callejones sin salida y unos pueden ser oscuros, como las trampas de valor, y otros luminosos, como comprar la empresa de ensueño sin importar el precio a pagar. Creemos que Cobas acierta al entender que es la búsqueda de ineficiencias de mercado, es decir, la disparidad entre precio y valor, la base de una buena rentabilidad futura. Al margen de lo que podamos entender por ineficiencia de mercado. No llegamos a entender expresiones como “invertir en las personas” (¿quoi?), “invertir en el proyecto” (¿comorrr?) o “esta empresa parece no tener límite en su crecimiento.” (De ser así, tampoco parecería tener límite el precio a pagar por ella).

  1. Se toquetea a la madre de todos los tabúes, la reversión a la media:

“En estas inversiones alguien puede discutir si habrá reversión a la media de los beneficios con la consiguiente revalorización de los valores, y, para minimizar este riesgo, preferimos compañías que tengan poca deuda, o que esté respaldada por activos o que tengan alguna barrera de entrada o ventaja competitiva.”

El párrafo nos parece confuso porque si una compañía tiene una barrera de entrada o una ventaja competitiva la reversión a la media, teóricamente, no le afectará. En tal caso no hay diferencia entre “estas inversiones” (un 25% de la actual cartera de Cobas o value clásico) y el 75% restante. O ¿por qué habría de ser peor ese 25% (o mejor) que el otro 75%? ¿Por qué debemos obsesionarnos por la “categorización” si lo que perseguimos es la ineficiencia?

BAS ASSET MANAGEMENT, UN IMÁN PARA “HATERS”

  1. No renegamos del crecimiento:

“En el 75% restante hay buen crecimiento y un futuro prometedor, siendo la característica fundamental la existencia de compañías en negocios similares que están muy bien valoradas por el mercado. Esa es la clave: no buscar compañías o negocios oscuros, sino negocios brillantes en sectores interesantes, pero a precios atractivos.”

“…algunos piensan que ser un inversor “value” implica invertir en empresas en sectores moribundos, o cuando menos en sectores con escaso crecimiento… invertir en valor implica invertir en buenos activos olvidados por el mercado, y si tienen crecimiento mejor.”

¿Qué es un negocio oscuro? ¿Qué es un sector interesante? Si la búsqueda de la rentabilidad se basa en localizar ineficiencias de mercado, ¿importa acaso el color del gato mientras cace ratones? ¿Importa realmente el sector o importa más la ineficiencia? ¿Y quienes son los “algunos” que aparecen mencionados varias veces en el informe? Y más importante aún, ¿a quién le importa?

  1. Un párrafo que regresa a la ineficiencia de mercado y termina con una gran verdad respecto a la cual nos recomendó ser precavidos B. Graham, en el sentido de protegernos del futuro antes que intentar aprovecharnos de él:

“Buscamos compañías que, por alguna razón, no son bien valoradas por el mercado en sus respectivos nichos, ya sea por el tamaño, la liquidez, o porque la compañía está pasando por un problema temporal y el mercado lo extrapola para siempre, etc. Nos tratamos de asegurar de que esos problemas y esa mala valoración sea temporal, y que la generación de caja siempre prevalezca. Es un supuesto que sigue absolutamente vigente, pues la capacidad de generar beneficios es el único determinante de la cotización a largo plazo.”

  1. Un agradecimiento incompleto:

“…queremos mostrar de nuevo nuestro agradecimiento a todos los partícipes que invierten con nosotros… apenas hemos tenido reembolsos y la ratio de retención se sitúa en el 97% a lo largo del año… el conjunto de empleados seguimos haciendo aportaciones a los fondos, siendo el segundo partícipe (excluyendo mandatos) en los fondos…”

Nos gustaría saber, a algunos partícipes por lo menos, cuál es el peso de “la casa” en “la casa.” Por otro lado, el agradecimiento es bienvenido pero incompleto. La “calidad” y “compromiso” de los partícipes de Cobas debe verse reflejada en la reducción del coste de la gestión, INDEPENDIENTEMENTE de la rentabilidad que hayan ofrecido los FI o la que puedan ofrecer en el futuro. Si el propio FGP ha señalado que el coste es excesivo y que se bajará, lo apropiado es que se haga ya. No hace mucho nos preguntábamos si era bueno que los gestores activos fueran activos en las redes sociales. Y, probablemente, no lo era demasiado. Lo mismo les sucede a los gestores “inactivos” en redes sociales, pero “activos” en declaraciones que implican un compromiso. Ahora, de reducir el coste, se le criticará a Cobas no haberlo hecho antes. Y se tendrá razón en la crítica. De tardar más, lo mismo. Todo porque FGP ha cometido el error de “hablar antes de actuar” en lugar de el acierto de “actuar y después hablar.” Un fallo que todavía se puede corregir antes de que ese 97% empiece a “despegarse” y no, precisamente, por culpa de los malos resultados. Porque no todo es dinero. Es el propio FGP quien ha comprometido el “honor” suyo personal, como jefe de Cobas, y el de Cobas AM como institución. No ha sido el partícipe.

  1. Y un final por todos conocido:

“Pensamos que la paciencia de los partícipes, tan necesaria para una efectiva inversión en valor, será recompensada con buenas rentabilidades a largo plazo.”

Pensamos lo mismo. Pero no de manera acrítica. Que tengamos la prudencia de no valorar rentabilidades a menos de 5-6 años vista no significa que no pensemos que lo valorable antes de ese plazo (que es el coste, siempre el coste) no deba realizarse. No compartir ni el escarnio público, ni el “haterismo” estúpido que ahora se abate sobre la Gestora y FGP no equivale a firmar un cheque en blanco. Entre Cobas y sus partícipes debe existir una relación fiduciaria de confianza. Pero recíproca y fundamentada en los hechos.

Del dinero (la rentabilidad), se habla al final.

@mellizonomics & @quietinvestment

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Nos ayudará mucho que inviertas 20 segundos en rellenar esta encuesta.

¿Cómo nos has conocido?

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *