A VECES LOS PEQUEÑOS TAMBIÉN GANAN
A VECES LOS PEQUEÑOS TAMBIÉN GANAN
Durante los 5 años que median entre 2003-2007 la bolsa española fue uno de los mejores lugares del mundo para invertir. “España va bien”, se decía por entonces. O, al menos, lo fue mucho más que la bolsa norteamericana y su todopoderoso SP500.
De hecho, el inversor español hubiera podido indexarse al IBEX35, por ejemplo, a través del caro e ineficiente ING Direct Fondo Naranja Ibex 35 FI, uno de los fondos índice más veteranos de la industria española surgido a principios de 2002.
Veamos la performance del IBEX35 Total Return durante el quinquenio 2003-2007:
El benchmark de referencia de la bolsa española arrojó, atención, una rentabilidad compuesta anual del ¡24.08%! Durante esos cinco años la inflación media anual, de acuerdo al IPCA, ascendió a un relevante 3.34%, lo cual significa que los resultados anteriores en términos reales fueron los siguientes:
La bolsa española, descontando la inflación, proporcionó, de nuevo atención, una rentabilidad compuesta anual del ¡20.68%!
De la teoría a la práctica lo que median son los costes de transacción. Los de un instrumento financiero para invertir en el índice. Así, los resultados nominales del Fondo Naranja IBEX35 fueron estos:
La diferencia de performance entre el índice y el instrumento es, de media, de nada más y nada menos que 1.67 puntos porcentuales. Aún así, la rentabilidad compuesta anual del FN IBEX35 sumó un 22.41% compuesto anual. En términos reales los resultados fueron los que siguen:
Es decir, una rentabilidad compuesta anual de, atención otra vez, un ¡19.02%! Inflación y costes han devorado ¡5.06! puntos porcentuales. No obstante, los resultados son evidentemente extraordinarios.
Durante el mismo período, la ahora todopoderosa bolsa norteamericana, a través del Vanguard 500 Index Investor, obtuvo los siguientes resultados:
Es decir, una rentabilidad compuesta anual del 12.69%. La inflación en Estados Unidos durante estos cinco años fue menor que la española, de media anual un 2.88%, así que los resultados del Vanguard 500 en términos reales quedan de esta manera:
Ahora, la rentabilidad compuesta anual se queda en un reseñable 9.77%, pero muy lejos de la performance de la bolsa española. De hecho, es bastante peor porque aquí estamos hablando de dólares y de inflación USA y no de euros y de inflación española.
La versión del Vanguard 500 en euros, el Vanguard U.S. 500 Stock Index Fund Investor EUR Accumulation, obtuvo estos resultados, que comparamos ya con los del FN IBEX35:
Dicho de otra manera: durante estos cinco años la rentabilidad compuesta anual del SP500 en euros, en el hipotético caso de que un inversor español hubiera logrado invertir en el mucho más barato Vanguard, ascendió a un 4.66% compuesto anual y hasta tuvo un año bajista, 2007.
En realidad, mucho peor porque en términos reales, tuvo ¡tres años bajistas!
La bolsa norteamericana, expresada en euros y a través de un instrumento altamente eficiente en costes, obtuvo una rentabilidad compuesta anual de, atención una vez más, del ¡1.30%! frente a la bolsa española a través de un instrumento altamente ineficiente en costes, que, recordemos, consiguió una rentabilidad compuesta anual del ¡19.02%!
Cinco años de underperformance no son pocos. Y la diferencia entre ambos mercados es brutal. El inversor puede alegar, y con razón, que la rentabilidad compuesta anual en términos reales de la bolsa americana entre 2003-2007 fue superior a su media histórica del 6%-7%. Cierto. Pero en dólares. En euros, pues el inversor español paga sus facturas en euros, sumó solo un 1.30% compuesto anual y de cinco años 3 fueron negativos, uno pírrico y sólo uno decente.
Los días de gloria de la bolsa ibérica, y del IBEX35 en concreto, parecen ahora lejanos, mientras que la resurrección del mercado norteamericano se asemeja mucho más cercano. Aún así, contando desde 2003, sólo a partir de 2015 las performances de ambos mercados se separarían de manera abrupta para, hasta el momento, no volver a coincidir jamás.
Lo que quiere decir todo lo anterior no es que el IBEX35 volverá a ser el mejor lugar del mundo para invertir, sino que en ocasiones el grande no gana siempre. El inversor español usa mantras, taos y retóricas para justificar la inversión en acciones como el mejor activo real a largo plazo tomando como base los datos y la performance de, básicamente, un solo mercado, una sola divisa y una sola tasa de inflación. Se cree ciudadano norteamericano. Pero vive en España, paga sus facturas en euros y le afecta la inflación que le repercute el Mercadona de la esquina.
De la misma forma que “España tuvo su momento bursátil”, también otros lugares lo tendrán. Cuestión diferente será identificarlos. Y hacerlo con cierta antelación o bien subiéndose al carro lo antes posible. Y teniendo en cuenta el factor relativo a la divisa. A la vez, también la bolsa norteamericana ha tenido períodos totalmente deprimentes a los que siguieron otros más benévolos. “No apuestes contra América” es palabra de Buffett y entonces “no debéis odiar a Dios.” Pero “no apostar contra América” tampoco significa “apostar sólo a América.” El mundo es muy grande. Si se compra “todo el mundo” se obtendrá lo mismo que “todo el mundo.” Si se compra, por poner un ejemplo, “España” se obtendrá “España.” Para mal dirá alguno.
O, a veces, para bien.
@mellizonomics & @quietinvestment
Muy buen trabajo
Gracias. Eran otros tiempos. Saludos cordiales.
¿No decía un famoso gestor de fondos que no era necesario cubrir la divisa porque el cambio euro/dólar siempre tiende a converger?
Hola. Jejeje. Puede ser, pero en plazos más largos. Habría que verlo. En sólo un lustro puede pasar de todo. Saludos.